Miren ustedes si no habrá temas para exponer, divagar o criticar (siempre constructivamente) en nuestra villa marinera, donde al paso que vamos (aparcando el afortunado con distintivo en el coche), los que llevamos unas cuantas décadas circulando libres por ella, raro es el día en el que no nos encontramos con una nueva sorpresa de nuestro entrañable concejal de Movilidad, cual mina vagante en aquel primerizo juego en la historia personal ociosa de todo usuario de Windows.
Pues no, a pesar de tener temas para dar y tomar como el anuncio de nuestra agraciada (con sus votos) alcaldesa, de ser quien inaugure a finales de mayo la XV Jornada laicista de Europa Laica, a celebrar en nuestra ciudad bajo el título “Laicismo y feminismo” (¿cómo no?), justo cuando el reglamento de laicidad está a punto de ver la luz entre alguna que otra sombra jurídica, tampoco será este el asunto que centre mi columna.
Lo lamento de veras por aquellas personas (la señora alcaldesa entre ellas), a las que el deporte rey en este país monárquico se la traiga al pairo, pero nunca antes las aguas del río Piles bajaron tan turbias. Momento interesante para extraer un análisis de cara a su anillo navegable, porque los resultados podrían ser explosivos.
Confirmada por el primer club de esta villa pelotera la noticia adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, a cerca del acuerdo con “el Pitu”, como sustituto de Martí, la buena nueva ha reavivado muchos de los corazones rojiblancos cuyas pobres ánimas errantes sportinguistas, permanecían cabizbajas tras la triste derrota ante el Ibiza, un recién ascendido que, a falta de cuatro jornadas, tiene sus deberes hechos. No como otros, cuyos objetivos iniciales pasaban por mirar hacia arriba pero que sin embargo duele ya el cuello de mirar para abajo, con el único mantra de: “los de abajo no serán capaces de sumar más puntos”.
Pues mira por dónde “a los de abajo” les ha dado por sumar y lo que mirábamos de reojo, con esa mayor confianza en los deméritos ajenos que en los méritos propios, ahora produce que más de uno “no sienta las piernas”. Lo preocupante es cuando hay jugadores que llevan semanas sufriendo esta parálisis.
Dicen que el “Pitu” tiene un buen “marrón” por delante. Discrepo: si salva la situación (que no deja de ser factible), sería coronado segundo rey de la villa, tras Pelayo, con banquillo asegurado en Segunda y con condiciones seguro de bastón y mando. Y si fracasara: ¿quién se atrevería a apuntarle con el dedo? Pues aquí, desde el primero al último tenemos claro quién es el máximo responsable de que el Real Sporting SAD navegue en situación de SOS: con la F, persona que ha demostrado no sólo ser un nefasto gestor, sino aún más difícil, rodearse de aún peores compañeros de viaje. Mareo así lo demuestra, se pille por donde se pille. Estamos en un club con una estructura donde prima el amiguismo sobre la profesionalidad. Peor, imposible, para un hipotético renacimiento.
