La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La columna del lector

Derechos de autor

Señor Toli Morilla, es de poca elegancia y educación sacar conversaciones privadas a la luz, pero por alusiones en su artículo de “Solo de Trompeta” que lleva por título “Un autor en el Páramo” hemos de contestarle.

Lo primero, créanos, entendemos su postura de defender sus derechos de autor, aunque no la compartamos. Así mismo usted debe esforzarse por intentar entender la del resto del mundo, el mundo de la cultura en el que usted está inmerso. Y es que el mundo de la música no es únicamente Toli Morilla, hay muchísimos artistas más que pasaron, pasan y pasarán por uno de los locales que más programa de toda Asturias.

Como se le comentó cuando hablamos respetuosamente por teléfono, tenemos muchísimos conciertos por los que pagar, no únicamente el suyo. Hablando de este, decirle que tiene una particularidad, a usted le pagamos por interpretar sus propias canciones en nuestro local una de las mayores cantidades que podemos permitirnos y, a la vez, tenemos que pagar un canon porque usted actúe en él. Hemos tenido el mismo problema con más artistas y todos han comprendido, empatizado, apoyado y aceptado la decisión.

Debido a la gran cantidad de conciertos que programamos y la cifra estratosférica que la SGAE nos pide por todos ellos desde 2018, es de sentido común que tengamos que reducir gastos y una de esas reducciones pasa por no duplicar pagos; le volvemos a repetir, usted no es el único afectado pero sí el único que no ha querido comprender nuestra situación: o reducimos gasto (máxime después de dos años de pandemia) o el negocio no podrá asumir los costes y tendremos que cerrar.

Su pataleta pública nos indica la poca empatía que tiene hacia el resto de artistas, máxime hacia los que se acogen a plataformas transparentes de gestión de derechos de autor como Creative Commons y tienen un lugar donde exponer sus obras, que para eso es este local, para promover cultura, pero sin enriquecer a terceros. A partir de ahora, en los conciertos que cerremos, hilaremos fino en esa cuestión.

Aquí se paga y bien: pregúntele a cualquiera de sus compañeras y compañeros el trato que han recibido siempre en nuestro humilde local, pero no vamos a pagar dos veces por lo mismo. Ni 50 céntimos de euro, señor Morilla.

Los pobres somos así, luchamos por el bien común, no por el individual. Ya ha dejado claro que usted no, pero, por favor, deje de hablar de los pobres en tercera persona e intente enriquecerse usted, al menos, de solidaridad y empatía.

Llámelo discriminación, nosotras lo llamamos principios.

Muchas gracias por la publicidad a mi local anti-SGAE, Toli.

Suerte.

Compartir el artículo

stats