La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Iván Pérez del Río

Censura en la comunidad libre

Ayuso y los libros de texto

En los últimos días Isabel Díaz Ayuso ha emprendido una nueva cruzada, o quizás sea un paso más dentro de su cruzada general y particular. Parece que hay ciertos libros de texto con “contenido sectario”. La presidenta madrileña, otorgándose un papel que no tiene, parece dispuesta a censurar los que sean contrarios a sus posicionamientos.

Reconozco que este tipo de noticias dejan a uno en shock. En pleno siglo XXI, una tipa anuncia una “revisión pormenorizada y urgente de todos los libros de texto” para solicitar la retirada de los que contengan material contrario a su forma de pensar. Por una parte, se carga la libertad de cátedra de las editoriales para componer, en función del currículo estatal (aprobado democráticamente), los libros de texto. Y, por otra, trata a los profesores como “imbéciles” retirándoles su capacidad de decidir.

La actitud de Ayuso ni es nueva, ni única. Recordemos que en el año 2019 la Asociación Nacional de Libros de Enseñanza (Anele) denunció “mecanismos bastardos” usados por las autonomías para que los libros de texto “digan lo que ellos quieren”. En aquel momento se criticó “el nulo respeto a la libertad de cátedra” que ejercen los consejeros de “todas las autonomías” para lograr sus propósitos.

En Madrid se va un paso más allá. No se limita a presionar, como parece que ocurre en el resto de territorios, sino que está dispuesta a censurar y a retirar determinados libros de texto. Era el paso lógico de una presidenta que ha intentado: 1) elaborar su propia ley de educación porque no comulgaba con la aprobada en el Congreso, y 2) eliminar la autonomía de los institutos en la organización de las asignaturas. El poder judicial frenó sus ansias caciquiles recordándole que no tiene tantas competencias como imagina...

La señora Ayuso tiene una forma bastante curiosa de entender la libertad. Cuando un texto no dice lo que le gusta, censura. Cuando una Ley no le convence, censura y crea una nueva. Cuando no consigue parar una Ley aprobada democráticamente, asalta la clase de cada instituto para decir cómo se tienen que organizar. Cuando un colectivo se manifiesta, censura porque está lleno de sindicalistas...

Quizás la libertad de Ayuso iba solo del tema de las cañas y las terrazas. Para la derecha de Ayuso, tan próxima a Vox, al ciudadano se le engaña con una libertad efímera de “pan y circo” y poco raciocino. Del resto se encarga ella: de decirnos cómo tenemos que pensar, o de dar el beneplácito a los comisionistas jetas, sean hermanísimos, primísimos y/o vividores.

Compartir el artículo

stats