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Filippo Priore

Por libre

Filippo Priore

Por sus obras le recordaremos

En recuerdo de Fernando Fueyo

Quiso la casualidad que el pasado jueves me encontrase en mi barrio de El Coto, tomando un aperitivo donde tantas veces había departido con él sobre lo divino y lo humano, cuando un guasap me dejó helado: Fernando Fueyo, para mí siempre Don Fernando, había fallecido. Todos sus fieles parroquianos sabíamos de su delicado estado de salud, pero nunca te esperas que se confirme el fatal desenlace. Hay algo dentro de ti que hace que te aferres a una esperanza que sabes casi ilógica. No hacía mucho que además había tenido la oportunidad de hablar con él, disculpándose con esa humildad que siempre le caracterizó y esa entrega en cuerpo y alma a los suyos, por no haber podido asistir al reciente funeral de mi hermano.

Son muchos los recuerdos que nos quedarán en El Coto de quien ha sido durante décadas, por méritos propios, protagonista activo del día a día de nuestro obrero barrio, donde si alguien ejemplarizaba ese trabajo a destajo, ese era Don Fernando. Su permanente sonrisa, incluso en los peores momentos de su Real Sporting, del que fue ilustre capellán durante largos años, jamás podrá ser olvidada por todas las personas que tuvimos el honor de compartir con él una parte de nuestras vidas. En mi caso, nada menos que ofició en mi matrimonio y en el bautizo de mis dos pequeñas.

Descanse en paz, Don Fernando. Si hay curas, pero por encima de todo personas irrepetibles, usted es una de ellas. Gracias por todo lo que nos dio sin pedirnos nunca nada a cambio que no fuera para el barrio. Su barrio, nuestro barrio. El Coto llora su pérdida, pero sabemos que desde el cielo nos seguirá protegiendo. Y nadie osará quitar esa bufanda del Real Sporting, que luce la figura de San Nicolás de Bari a la puerta de la que fuese uno de sus mayores logros: nuestra iglesia.

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