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Filippo Priore

Por libre

Filippo Priore

Cuate, aquí hay tomate

Avanzada la segunda quincena del mes de julio, en el ámbito deportivo de los principales clubes asturianos todavía estamos intentando asimilar los grandes cambios producidos en las titularidades de ambos equipos. Y es que cuando la noticia del verano parecía que iba a ser sin duda la tan ansiada venta del club por parte de la familia Fernández, en esta caso al grupo mexicano Orlegi, resulta que de buenas a primeras el eterno rival, no ha querido quedarse fuera del primer plano, anunciando por sorpresa la venta de más la mitad del paquete accionarial de Carso (aquellos que iban a conducir al Oviedo a la Champions en un abrir y cerrar de ojos) al grupo también mexicano Pachuca. Nos encontramos así con que los dos históricos equipos asturianos han pasado, casualmente, a ser propiedad de grupos de inversión mexicanos, que por cierto, no es que disfruten entre ellos de una relación de lo más cordial. Más leña al fuego para los próximos derbis, por si estos no habían estado suficientemente calientes fuera del césped.

Centrándonos en el club de esta futbolera y rojiblanca villa marinera, a modo de escueto resumen se podría decir que estos durante casi tres décadas sus propietarios han hecho y deshecho a su antojo, con unos resultados deportivos muy lejos de lo esperado por la parroquia local y con unos números económicos se podría decir que, casi obligados, por determinados cambios producidos en la Liga durante todo este tiempo.

Tras esta primera general sensación de alivio por el fin de una era que amenazaba con hacerse eterna y que esta última temporada llegó a coquetear con un vergonzoso descenso y con el despido además de algunos nombres que habían hecho de Mareo su cortijo, no han tardado en llegar los primeros desencuentros con la afición.

De esta manera, tras un primer anuncio de un aumento, aunque sin cuantificar, más o menos justificable, hete aquí que la subida no ha sido precisamente moderada, sino que en algunos casos se podría decir que ha superado lo admisible en una situación económica actual tan complicada para todos.

Por otro lado, con el Comunicado de la Federación de Peñas en el que se anuncia el aplazamiento de su IV Congreso Sportinguista, programado y con todo ya dispuesto para celebrarse a finales de mes en Pola de Laviana, por la ausencia de representación alguna por parte del club, especialmente la del primer equipo, con un encuentro ya apalabrado por la anterior propiedad frente al Lugo, uno tiene la sensación de que, a día de hoy, no existe figura alguna entre los nuevos propietarios que ejerza de interlocutor con su más preciado bien, su afición, y dentro de esta, con el movimiento peñista, cuya presencia histórica en el club, ha sido siempre clave a la hora de dar apoyo y sostener al equipo en sus peores momentos.

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