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Eloy Méndez

Taza y media

Eloy Méndez

Las llamas del Monte Areo

El Monte Areo, esa elevación casi perpendicular al mar Cantábrico donde se abraza Gijón con Carreño y coronada por una necrópolis motivo de largos debates académicos, se ha pasado ardiendo casi tres jornadas ante la mirada impotente de los vecinos y el trabajo a destajo de los bomberos. Cuentan los que saben que las labores de limpieza en la amplia zona dejan mucho que desear desde hace tiempo en la ladera que cae sobre Poago, Monteana y San Andrés de los Tacones. Y culpan de ello a un puñado de propietarios, pero también al Ayuntamiento, responsable del cuidado de los caminos. Las llamas de estos días han iluminado las carencias de mantenimiento en estas parroquias en el extremo occidental del concejo, cercadas por la industria y acostumbradas a combatir el olvido.

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