La Fiesta del Cielo, conjunto de actividades variopintas que el Ayuntamiento se sacó de la chistera para condimentar la exhibición aérea de San Lorenzo, ha sido un éxito estratosférico, de principio a fin. El vuelo de drones, primera cita fuerte, dejó con ganas de más a la inmensa mayoría de los espectadores. Los talleres y juegos relacionados con globos, cometas y cohetes lograron una participación aceptable. El espectáculo de aviones con pirotecnia del sábado también causó sensación. Y el festival tradicional, celebrado ayer, lejos de haberse diluido en medio del programa, entusiasmó al personal que abarrotó la bahía de San Lorenzo. El evento sale fortalecido de esta edición, curiosamente con un gobierno local del que forma parte IU, que lleva años pidiendo su supresión.
