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Armando Nosti

Acoso y derribo

Ya está bastante claro, que la "petición de información" de seis históricos del PSOE, era el inicio de una operación de acoso y derribo a la alcaldesa, por parte del aparato del partido. Los acontecimientos posteriores, las declaraciones de alguno de los seis históricos, las del secretario general o la presentación de una especie de enmienda al Plan de Movilidad por parte del partido lo dejan claro.

Cumplen los estatutos amparándose en la letra, pero no en el espíritu. No parece que cuando se confeccionaron, la finalidad de solicitar unas primarias fuera para casos como el que se da en Gijón.

La constante repetición de la palabra democracia en las explicaciones que dan los promotores, suena a lo que sonaba la libertad de Ayuso, a mantra o manto que lo cubre todo.

Insiste Zapico en decir que esto que hacen ahora ya lo hicieron en la Laboral, cuando precisamente lo que hicieron fue lo contrario, intentar por todos los medios que no hubiera primarias, que el aparato decidiera en exclusiva. Miente también al decir que aquello fue una oportunidad para que los militantes hablaran. Aquello fue una trampa y gracias a ella impusieron a su candidato. Se pierde hablando de los votos transversales del candidato impuesto. Cuando aún no se hablaba de estos votos, el alcalde al que defenestraron consiguió diecisiete concejales, una mayoría no superada aún y que no se hubiera conseguido con los únicos votos de los socialistas.

El colmo de sus mentiras llega cuando dice "gente que después de perder una asamblea decide montar otro partido que se enfrentase a sus antiguas siglas, incluso poniendo en riesgo la posibilidad de gobernar, se descalifica para siempre, si pierdes, pierdes". Si pierdes en buena lid, pierdes. Si te hacen trampas intentas demostrarlo y Palacio lo demostró en el juzgado, pero no decidió montar otro partido en aquel momento, pese a lo que muchos le recomendamos, y no lo hizo, según dijo, para no hacer daño, y el riesgo de perder la alcaldía lo provocó el aparato que lo defenestró, no el defenestrado. Cuando cuatro años más tarde formamos un partido nuevo, el efecto de la Laboral ya había pasado.

Hablan de escuchar a los ciudadanos, incluso esgrimen una encuesta. El truco está muy visto y puede servir para tranquilizar sus conciencias, pero es irrelevante. ¿A cuántos ciudadanos escucharon? ¿A todos? ¿A la mitad? ¿A los que estaban en el chigre tomando una pinta?

Piden unas primarias, pero no dicen quien será su candidato. Van de generosos, de demócratas de toda la vida, montan todo este cirio para facilitar la presentación de cuantos militantes quieran hacerlo. ¿O ya tienen su candidato y no lo dicen para no enseñar mas la oreja? ¿O es que su candidato ya sabe lo que es perder unas primarias con la alcaldesa? Acoso, derribo y recuperar privilegios, no hay más. Y el secretario general que no se esfuerce en parecer neutral. No engaña a nadie.

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