A ti, que desde lo más alto me sigues cuidando;
que cuando te fuiste me hiciste tanto daño.
A ti, que complemento perfecto a mis defectos;
que callaste tantos de mis secretos de hombre imperfecto.
A ti, que eras el ejemplo de lo que es la perseverancia;
que por fuera te envidiaba y por dentro te admiraba.
A ti, que eres mi primer pensamiento cuando despierto;
que eres mi última imagen cuando me duermo.
A ti, que me faltas como nunca pudiera haber imaginado;
que por tu vida juro que la mía hubiera entregado.
A ti, que me envías todas las fuerzas para seguir adelante;
que seguro te enfadas cuando ves que no son bastante.
A ti, que durante años fuimos como cualquier par de hermanos;
un día abrazados y al día siguiente sin razón alejados.
A ti, que con tu partida me has dejado el corazón helado;
que ni este cálido verano ha sido capaz de descongelarlo.
A ti, que hoy siento más que nunca tu ausencia;
que jamás seré capaz de olvidar el valor de tu presencia.
A ti, que me enseñaste a crecer y vencer tantos miedos;
a tu manera sin que yo cayera en la cuenta de ello.
A ti, el mejor regalo de largo que pude haber tenido;
que ya en palabras puedo decirte cuánto te estoy agradecido.
A ti, que además de hermano supiste ser mi mejor amigo,
que me regalaste tu sangre salvándome y que vive ahora conmigo.
A ti, en un día tan señalado como este mi añorado hermano;
busco mi mejor sonrisa para desearte un muy feliz cumpleaños.