Las incógnitas sobre el proceso interno que mantiene incandescente al PSOE de Gijón no se resolverán mañana, cuando termina el plazo para la recogida de las 592 firmas que forzarían unas primarias. En caso de que los impulsores del movimiento para cortarle el paso a Ana González no alcanzasen esa cifra, la Alcaldesa tendría expedito el camino para repetir como candidata desde el punto de vista formal, pero quedaría abocada a recorrerlo sin el apoyo de la dirección local del partido, que además trataría de hacer valer su criterio en la elaboración de la lista (sin olvidar que la última palabra la tiene Adrián Barbón); es decir, la erosión seguiría tanto para ella como para las siglas. Y si finalmente se llega al número necesario de apoyos, entraría en juego la comisión de garantías de la FSA, encargado de certificar su validez, lo que podría ocasionar un choque de proporciones desconocidas en el supuesto de anulaciones. Al culebrón socialista le quedan aún varios capítulos para que finalice la primera temporada.