Algunas calles del barrio de La Arena cambiaron de nombre durante el Gijón republicano. La calle del Marqués de Casa Valdés –Félix Valdés de los Ríos– durante menos de un año llevó el nombre del escultor socialista Emiliano Barral. El marqués había sido en realidad el fundador del barrio al comprar en subasta pública esos terrenos a mitad del siglo antepasado.
Pasó lo mismo con la calle de Ezcurdia que durante unos meses se llamó calle del Seis de Octubre en memoria de octubre de 1934, y con la calle de Aguado, que desde marzo de 1936 se llamó calle de José María Martínez, dirigente de la CNT. La calle de La Caridad pasó a ser la calle de Aquilino López Fombona, también anarco-sindicalista; la de La Playa fue General Riego; Emilio Tuya se llamó calle de Emilio Castelar y la calle de Menéndez Pelayo tomó el nombre del presidente de la Segunda República, calle de Niceto Alcalá Zamora. Todas ellas volvieron a la "normalidad" con la llegada al Ayuntamiento de las nuevas autoridades municipales en octubre de 1937. Otras calles de La Arena nunca tuvieron ningún otro nombre del que siguen teniendo ahora mismo.
Nos detenemos en una curiosidad que vemos en el Archivo Municipal, en las actas de la sesión municipal del día 18 de septiembre de 1875 cuando se decidía cómo llamar por primera vez a las nuevas calles del ensanche de La Arena.
Se propuso llamar a una de ellas "calle Favila, nombre de tanto el padre como del hijo de Pelayo, ambos residieron en Gijón". Un concejal quiso poner a una vía de La Arena "calle de la reina Gaudiosa, mujer de Pelayo", a otra Hermesinda "hija de Pelayo" y a una tercera llamarla calle de Álvaro de Puelles, "maestro cantero de las naves de la colegiata de esta Villa". Ninguna de estas se aprobó. Para las otras –lo vemos también en ese documento– se encargaron los azulejos callejeros a "la fábrica de Valencia".
