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Nagore Goicoechea

Trans-pasando los límites éticos para la infancia

El 80% de los niños y las niñas con incongruencia de género la superan al llegar a la edad adulta

Nace una niña. Sexo observado, femenino. Ningún médico ha llegado y ha dicho, al azar, "Esto es una niña". Ha llegado, ha observado al bebé, y ha dicho "Es una hembra". Sexo observado. No asignado.

Los padres se apresuran en hacerle los agujeros en las orejas para los pendientes, en comprarle cosas rosas y en llenarlo todo de delicadas imágenes de princesas con cuerpos imposibles y vestidos llamativos. Género. Lo que se impone a hembras y machos desde antes incluso de nacer (expectativas), y marcará el resto de sus vidas. Pero, quizás, esa niña rechace esa feminidad impuesta. Puede que vea en sus pares masculinos una libertad que ella nunca tuvo, pero siempre quiso. Puede que odie los vestidos que no le dejan jugar porque se le ve la ropa interior, puede que odie el pelo largo que se le mete en la cara cada vez que juega a la pelota, puede que envidie la atención recibida por los chicos cada vez que alguien les dice lo listos que son. Y los adultos le dirán que eso no es de niñas.

Ella entenderá. Entenderá que sus comportamientos no son los propios de una niña, pero sí de un niño. Entenderá que, si quiere ser libre, tendrá que ser un niño. Así que, convencida, dirá "quiero ser un niño". Los adultos activan rápidamente el protocolo trans. "¿Cómo no lo vimos antes? ¡Estaba diciéndonos que era un niño!". La niña, feliz de que por fin la entiendan, afirmará. Los adultos, contentos, empezarán a transicionarla. Ella dirá a sus compañeros, con la ayuda de los profesores, que es un niño, y que a partir de ahora deberá ser tratada como tal. Empezará a usar ropa "de chico", a jugar con los niños, a llevar el pelo corto, y sus padres tirarán todos sus vestidos. ¡Al fin!

Esa niña irá creciendo y, al llegar a la pubertad, los cambios en su cuerpo serán diferentes a los cambios que experimentarán los niños. A ella comenzarán a crecerle los pechos y las caderas, y le bajará la regla. Eso no les pasa a los niños. Lo ocultará, lo rechazará, lo odiará.

Salvo que le administren bloqueadores de la pubertad. En tal caso, tendrá osteoporosis, dolores, infertilidad y un retraso en el desarrollo cerebral. Al ver que no se desarrolla, pedirá comenzar cuanto antes con la testosterona, para poder ser "como los demás chicos".

Cuando comience con la testosterona, los cambios serán irreversibles. Tendrá una posible adicción a la testosterona, un mayor riesgo de cáncer de hígado (entre otros), enfermedades del corazón, diabetes, presión sanguínea alta, enfermedades de los huesos, depresión, quistes ováricos, tumores fibroides, orgasmos dolorosos (si es que puede tener orgasmos), atrofia vaginal, dolor pélvico, incontinencia, infecciones del tracto urinario, infertilidad, cambios de humor, apnea del sueño, dolores de cabeza y coágulos en la sangre. Pero parecerá un chico, encajará con los chicos.

A medida que crezca, los dolores serán tan insoportables que tendrá que hacerse cirugías (histerectomía), y se convertirá en paciente médica de por vida. Nunca podrá dar marcha atrás, porque su cuerpo estará destrozado y no admitirá más cambios.

Todo por querer jugar a la pelota, trepar por los árboles y rechazar la feminidad. Todo por una imposición adulta. ¿Qué habría pasado si hubiéramos acompañado a la niña durante su adolescencia de hembra, atendiendo a sus malestares y, una vez llegada a la edad adulta, hubiéramos dejado que tomase la decisión de transicionar o no hacerlo? ¿O con 10 años podía entender las implicaciones que iba a tener la hormonación para el resto de su vida?

El 80% de los niños y las niñas con incongruencia de género la superan al llegar a la edad adulta. Del otro porcentaje, hay parte que se arrepiente de su transición y parte que es feliz, y que afirma que la transición les salvó la vida, aun con los problemas crónicos que les generó. Si dejásemos a ese 80% de niños que desisten, transicionar cuando aún no han madurado, ¿qué les diremos cuando, una vez hayan madurado, se den cuenta del error que han cometido? Y tú, ¿qué excusa pondrás?

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