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Isabel Menéndez Benavente

Tormenta de ideas

Isabel Menéndez Benavente

Truco o trato

Sobre la ruptura de las negociaciones para la reforma del Consejo General del Poder Judicial

Siempre están en Halloween. Ya lo decía yo la semana pasada, les encanta engañar, trapichear, truco o trato. Así le hicieron a Feijóo, que el pobre como es nuevo, va y se lo cree todo. Por fin, y después de muchos intentos por parte del presidente popular para hablar con el inquilino de la Moncloa, consigue llamar a su puerta. Y ya que estamos en Halloween, situemos ese momento en la actualidad. Llega Feijó y pregunta: ¿truco o trato? Evidentemente, le dice que trato, porque no está para bromas, y va el presidente del PP y casi recibe las golosinas cuando llamó a la puerta de la Moncloa en su particular Halloween.

En realidad, nuestro Pinocho particular le estaba preparando el truco, estaba claro. Sí, ha dimitido el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Europa nos está tirando de las orejas, y… Pasa, pasa, niñín, que tengo un montón de piruletas para ofrecerte. Mira que odio esta costumbre totalmente yanqui y que ahora me trago por mis nietas, qué le vamos a hacer, pero creí que el partido socialista, antiamericano él (bueno, salvo por las intensas conversaciones con Biden, jeje) no acogería esta costumbre. Pero sí, le recibe, quedan de acuerdo, aplaudimos todos con las orejas porque ya era hora de que tuviéramos un sistema judicial decente, o sea, como el que hemos tenido hasta ahora: una fiscal general "independiente" que ha sido ministra del gobierno, o el actual, que al haber dimitido la anterior por salud (?), ahora la nombra fiscal de sala, la máxima categoría de la carrera. O sea, todo muy democrático, y sobre todo insisto: independiente.

Así que nuestro presi Feijóo va y se cree las promesas de Pinocho, y este, con la cosa de que de trato nada, que la broma, le dice que de eso nada monada, y que eso que habían hablado de no incluir a ningún independentista en el tribunal constitucional no lo firma y que la ley de sedición la fulmina si es necesario, no le vayan a dar una patada y despegarle del sillón real. Con lo que al pobre Feijóo se le queda cara de susto, porque le ha cambiado el trato por el truco. Eso sí, el dueño del país no iba disfrazado de nada, ni había decorado con telarañas ni arañas la Moncloa, porque esas las tiene en el alma.

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