Crítica / música

Electrónico y contundente

Lleno en el primer concierto para celebrar los 30 años del bar La Plaza

Eduardo Viñuela

Eduardo Viñuela

Los aniversarios del bar La Plaza de Cimadevilla siguen celebrándose con música en directo, en una cita que se ha consolidado ya en la programación del puente de diciembre. Son 30 años congregando a la escena del rock alternativo en la ciudad, y en este bar se fraguaron muchos proyectos musicales que han alcanzado proyección nacional e internacional. Un claro ejemplo lo encontramos en León Benavente, un grupo en ciernes cuando actuó en uno de estos aniversarios allá por 2013 que ha pasado a ser cabeza de cartel en numerosos festivales.

El jueves, la sala Albéniz era una olla a presión; lleno total para el fin de gira de "Era" (2022), su tercer álbum, con un público entregado y vibrando desde los primeros compases.

La experiencia de sala hace que los "leones" se crezcan, por la cercanía del público y por la descarga de decibelios de un directo arrollador. Su decidida apuesta por la electrónica relega el papel de las guitarras y multiplica las texturas de los teclados para construir una sonoridad maximalista.

"Líbrame del mal" abrió el concierto y sonó como un himno, marcando un sólido pulso que arrastraba al respetable de manera inexorable. La declamación silábica contenida y la reiteración de los versos son marca de la casa, al igual que los vacíos instrumentales seguidos de auténticas bofetadas de sonido que lo ponen todo patas arriba. La "reverb" vocal de canciones como "Di no a la nostalgia" aumentan la épica, y todo junto construye un sello personal que no ha dejado de transformarse en sus diez años de trayectoria.

Los temas nuevos y los antiguos dialogan y se complementan en sus conciertos para dar forma a un espectáculo que ha ganado contundencia progresivamente.

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