Taza y media

Placas sin orden

Eloy Méndez

Eloy Méndez

Pedir que la reposición de las placas con los nombres de las calles de Gijón siga los criterios establecidos en 1998 no es de pejigueros ni de ociosos. Es velar por un cierto orden del espacio público en una ciudad tendente de por sí a pequeñas dosis de caos y en la que de vez en cuando se relegan las cuestiones estéticas. No tiene ni pies ni cabeza que los nuevos letreros colocados en la zona centro tengan el diseño ideado en su momento para el resto de barrios (fondo blanco con franja superior roja, salvo en Cimadevilla, donde son ovalados con escudo local antiguo) en vez de blancos con orla talaverana como corresponde. Estos pequeños detalles, sumados, son determinantes en la imagen que cualquier población transmite a los visitantes y, sobre todo, a sí misma.

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