Traca final

Es costumbre habitual que en las negociaciones presupuestarias entre un gobierno en minoría y la oposición se cuelen asuntos de calado político que nada tienen que ver con el dinero contante y sonante, como acaba de ocurrir con los cambios en el delito de malversación a nivel nacional. En la función gijonesa de este año, el protagonista estrella no económico es el reglamento de laicidad, que Ciudadanos pide desechar a cambio de dar su apoyo a las cuentas y Podemos exige aprobar para lo mismo. El ya famoso texto nonato, que duerme el sueño de los justos en un cajón de la Casa del Pueblo pese a ser un pilar del pacto entre el PSOE e IU, va camino de convertirse en la traca final de este mandato agonizante. Después, ya solo quedará humo.

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