Crítica/Música

Las cosas del "Kanka"

"Cosas de los vivientes" es un discazo y la mayor parte de sus temas han llegado para quedarse como clásicos de las giras de este cantautor que ha sabido construirse una carrera profesional muy solvente

Mar Norlander

Mar Norlander

Juan Gómez, a quien le gusta firmar como "El Kanka", ha convertido Gijón en cita obligada cada vez que inicia una nueva gira, y en esta ocasión su nuevo disco "Cosas de los vivientes" era la excusa. Un discazo, diría yo. El cantautor ha sabido construir una carrera profesional muy solvente a lo largo de quince años en los escenarios, a base de hacer canciones pegadizas con buenas letras, unas más afortunadas que otras, sin embargo, la mayor parte de "Cosas de los vivientes" han llegado para quedarse como clásicos de sus giras. Si no, al tiempo.

De los temas antiguos que sonaron en el escenario de la Laboral me quedo con "Volar", ese ritmo de vals que cantó con Rozalén en su día, o "Guapos y guapas", en la que se montaron una especie de tablao flamenco con brindis incluido, y que después de varios temas resolvieron con una escenografía original y divertida. También, muy reseñable la simpática "Lo mal que estoy y lo poco que me quejo"; hay que ver lo rapidísimo que recita algunas estrofas y lo bien que vocaliza el malagueño.

Del repertorio nuevo comenzó definiéndose a sí mismo con "Autorretrato". Poeta de los pies a la cabeza, hasta las presentaciones fueron en verso. Y también en verso nos recordó lo aburrida que es la perfección en "Propósitos de Año Nuevo", y que "Tú opinión", con soniquete de O’Funk’illo, le importa un pito: buen tema y muy buenos arreglos.

En definitiva, el Teatro de la Laboral ya va justo de butacas para el público de "El Kanka" y si sigue haciendo discos como este último, me temo que habrá que buscarle nueva ubicación. No es fácil plasmar en forma de canción cosas cotidianas o "Cosas de los vivientes" con tanto arte.

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