Varadero de Fomento

Movilidad

Un plan tramitado forzadamente que por fortuna nace muerto

Alejandro Ortea

Alejandro Ortea

No hacía falta ser un adivino para llegar a la conclusión de que, una vez postergada de su carrera a renovar la Alcaldía, la dama de Carbayonía iba a desplegar toda su deslealtad y hacer el máximo daño posible a la organización que la descabalgó y prefirió a otro candidato. Los palos en las ruedas que está poniendo en la carrera de Floro, el candidato del PSOE gijonés, y por ello de toda la formación, son innumerables. Las hay pequeñitas que ni tan siquiera saltan a los medios de comunicación, pero hay otras grandotas que salen en los titulares de la prensa y abren los informativos de las radios. La última es la del Plan de Movilidad gijonés que terminará siendo un plan no nato, porque si gana Floro la Alcaldía, el PSOE hará y ejecutará otro documento, lo mismo que sucederá si gana una formación de la derecha.

El tonto útil de la operación es Aurelio Martín, el tan dañino sidecar del todavía equipo de gobierno municipal. Sus últimos argumentos son de una soberbia fuera de lo común. Sabe que su plan estalinista es un esfuerzo vano, sabe que en el plan no ha participado la sociedad civil, sino un pequeño grupo de personas nombradas a dedo, algunas de ellas afectas a su propia formación comunista, mas disfrazadas de asociaciones, y por lo tanto algo ausente de cualquier viso democrático.

Todo lo que al concejalín para la movilidad le sale por la boca respecto al cambio climático o a la Unión Europea son palabras huecas, argumentos de tercera para intentar la confusión de las personas no avisadas. Pero delante de tanta estulticia se ha encontrada con una directiva socialista que no comulga con las habituales ruedas de molino comunistas, las únicas que él conoce. Ya no será concejal y le duele, sus proyectos quedarán arrumbados en cualquier sótano y esta villa marinera se habrá librado de un gran peso. La inutilidad de Aurelio no condena a toda la organización que, por cierto, ha tenido la valentía y conocimiento suficientes para encontrar una alianza con los errejonistas que, posiblemente, le librará de la desaparición. Han sabido en IU deshacerse de una pesada carga y, de paso, liberarnos a los gijoneses de ella.

En cuanto a la todavía alcaldesa poco queda por decir salvo que el PSOE espera de ella nuevas maldades y deslealtades, ello está claro, pero eso ya lo sabían al emprender las acciones para que no se presentara a la reelección. Y sabían que se enfrentaban a un camino difícil, plagado de dificultades y traiciones por parte de una persona irresponsable que es capaz de cualquier cosa para vengarse. Otra desaparición asegurada y esperada por todos.

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