Otra historia local

Dos republicanos

El homenaje a Fermín Suárez y Atanasio Menéndez de 1933

Luis Miguel Piñera

Luis Miguel Piñera

Estamos en El Natahoyo en febrero de 1933, cuando se cumplían sesenta años de la proclamación de Primera República. En el Cinema Asturias –que luego fue Cine Natahoyo– se rendía homenaje a dos legendarios republicanos: Fermín Suárez y Atanasio Menéndez. Los dos habían fallecido muchos años antes tras haber sido destacados republicanos en el barrio en el año 1873 y siguientes. Organizaba el Subcomité Republicano de El Natahoyo, pero asistieron representantes de todos los barrios, y familiares de Fermín y Atanasio. El cine era prácticamente nuevo, se había inaugurado cuatro meses antes.

Ambos –Atanasio Menéndez y Fermín Suárez– eran hijos de agricultores, pero tras formarse, habían desarrollado una labor educativa grande como maestros, fundando centros republicanos que hacían la labor de escuelas laicas. En "El Noroeste" del 21 de febrero de 1933 se reproducen los discursos del homenaje, alguno de ellos muy críticos con el Gobierno de aquella Segunda República "que nada sabe de lo que piensa la España del 14 de abril". Nada que ver, se decía, con Atanasio y Fermín, "hombres verticales, ejemplo de vida recta y republicanismo". La conducción del cadáver de Fermín Suárez, en febrero de 1913, había sido una gran manifestación de duelo que reflejaron los diarios locales. Desde El Natahoyo hasta la parte civil de El Sucu.

En ese 1933, los dos ya tenían –desde el año anterior– sendas calles con sus nombres en El Natahoyo y con las placas respectivas. Una calle a cada lado de Mariano Pola. Pero lo curioso es que tras la Guerra Civil las calles mantuvieron esos nombres. Algo raro porque se cambiaron los nombres de muchas vías, pero no fueron casos únicos. Las calles Manso en La Arena y Manuel Junquera en El Coto también honraban a republicanos, pero las nuevas autoridades no repararon en ello. En el caso de Atanasio Menéndez y Fermín Suárez, igual. Ahí las vemos en El Natahoyo, las dos con sus respectivas placas callejeras y ahí estuvieron durante todo el franquismo. Hasta hoy mismo.

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