Varadero de Fomento

Viñetas preelectorales

Más calor a la estufa política local según se acercan los comicios

Alejandro Ortea

Alejandro Ortea

El suicidio electoral de los podemitas asturianos, encerrándose el otro día la candidata regional y acompañantes en su sede gijonesa, ha sido lo más estrafalario que se ha visto hasta ahora en materia de candidaturas. Gentes así no pueden gobernar, está claro, ya que no se saben gobernar ni a sí mismos. No va a decir uno que se alegre, pero por lo menos sí constatar que se lo merecen por su impresentabilidad política y que sus resultados ante las urnas estén a la altura de sus estupideces públicas. Eso de encerrarse es propio de un sindicalismo avant la lettre, luego seguido a millares por otros colectivos deseosos de llamar la atención al resto de la sociedad en pro de sus reivindicaciones. Hoy en día, es maniobra tan gastada que deja al personal impasible, pero no olvidemos que esta facción de podemitas asturianos encerrada es la que tiene corriente, es decir, la afecta a la CSI que no sabe hacer otra cosa. Una desgracia para la formación, pero una ventaja para los contrincantes de una formación en vías de disolución.

Leo en LA NUEVA ESPAÑA el decálogo de propuestas electorales de Floro, el del PSOE. Están pegadas a la realidad, lejos de las más populistas o escuchimizadas propuestas de otras formaciones. El ejercicio de ofrecer al electorado un conjunto de sugerencias realizables y no trucos de magia presupuestaria es complicado: vende más el populismo barato, ese que consiste en prometer bajada de impuestos y subida de servicios e incremento de infraestructuras. La derechona es una gran especialista en estos juegos malabares e inducen mucho a una muy prudente desconfianza de estos modernos vendedores de crecepelo.

Habrá al parecer un solo debate municipal entre todos los candidatos a la Alcaldía de esta expectante villa marinera durante la campaña electoral. O, al menos, esa es la postura socialista, que no teme a los cantos de sirena con las típicas veladas amenazas de dejar la típica "silla vacía" del candidato ausente. Postura lógica si tenemos en cuenta que hay siete grupos municipales, lo que convertirá a la sesión indefectiblemente en una jaula de grillos y que exigirá a quien dirija semejante gallinero prudencia e inteligencia para meter en vereda a tanto gallito como pretenderá asomar la cresta por encima de los demás participantes.

Ya ha pasado el último Pleno ordinario edilicio con unas palabrillas de despedida a cargo de la inefable dama de Carbayonia. Discursito aparentemente sentido en el que faltó sin duda una solicitud de perdón a la ciudadanía del concejo y a su propia formación política por los daños infligidos. Ya hay ganas de perder de vista a semejante estafermo político que sólo hizo brillar su gran soberbia y su cinismo.

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