Varadero de Fomento

Buenos e inciertos números

Alejandro Ortea

Alejandro Ortea

A este paso, el puerto de El Musel, santo y seña de nuestra electoralmente convulsa villa marinera, liquidará la deuda provocada por la necesaria ampliación que hubo de acometer a principios de estos años dos mil: récord en el ejercicio pasado de unos jugosos catorce millones y medio de machacantes, todo lo cual ha de congratular a cualquier gijonés y asturiano de bien, pues la buena marcha del puerto es un importante indicativo de que la provincia en su conjunto no está tan machacada como nos quieren hacer ver los agoreros de oficio. Hay que felicitar al presidente de la APG, Laureano Lourido, y a su equipo, por este excelente resultado a pesar de pandemias e invasiones ucranianas. No es fácil mantener un puerto como el nuestro en tan difíciles circunstancias. Cierto que no todo han de ser luces, pero sí las suficientes para disipar las zonas de sombra.

Congratulados como estamos por esos buenos números económicos portuarios, andamos metidos de hoz y coz en el fangoso e incómodo de transitar terreno electoral local y de la provincia. Uno ve todas esas animadas fotografías de grupos de candidatos, con sus mejores sonrisas aparentemente naturales, pero tan completamente forzadas y tiene la tentación de guardarlas para compararlas con las caras que a la mayoría se les va a quedar nada más se vayan conociendo los resultados de los recuentos electorales. Dado el número de candidaturas y de que en nuestra villa marinera hay, porque así nos corresponde por el número de habitantes, veintisiete candidatos, son bastante más de trescientos los valientes que fuerzan esas sonrisas en las fotos electorales. Y, oye, no se mueve ni uno porque salen todos.

La que no para es la todavía primera autoridad. El destino de su último desplazamiento es Albania, país mediterráneo en el que, a cargo de la Federación Española de Municipios y Provincias, ejerce de observadora internacional en un proceso, mire usted qué casualidad, de elecciones locales. Desde que fue lanzada al espacio por su agrupación, no se ha privado de ningún viaje que se le pusiera por delante. La cosa consiste en darse un paseo por el mundo y alguna estancia en la localidad para hacer o preparar una maldad contra la candidatura de su formación política a la que probablemente no desee ningún éxito. No es mal lugar Albania para olvidar que su sustituto al frente de la candidatura socialista, Floro, ha cogido velocidad de crucero e intranquilizado a los foristas que se prometían un paseo militar ante las urnas: ahora quedan los demás y sus números, sus ganados o perdidos concejales por un puñado de votos y las mayorías que se conformen. De momento, ni unos ni otros avanzan sus intenciones.

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