Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | Tormenta de ideas

Volver

"La pluma negra no se rinde"

Tenía que volver. Ayer fue Domingo de Resurrección y yo necesitaba estar otra vez con ustedes. Muchos me han preguntado si lo había dejado, que qué pasaba… No puedo, no lo quiero dejar, porque me reconforta establecer este vínculo invisible con muchos de mis lectores que me hace sentirme más segura. Ahora que todo es incertidumbre, lo único que quería era estar junto a los que me necesitaban. Y han sido muchas cosas a la vez. Me dicen que soy fuerte, pero no es verdad. No lo soy. Yo sé cómo estoy por dentro, como la pena me la guardo para que nadie pueda verla, para que esas niñas que son mi vida no noten nada en su Tata. Hoy dormida con ellas, con la mano de mi pequeñina, con mi princesa celta en el otro lado, les juro que era feliz. A pesar de no dormir, de que llevo meses en los que mi cabeza no para de dar vueltas, ellas me dan la fuerza que necesito.

Ser abuela es algo muy distinto a ser madre. Entonces era todo estrés, ahora quizás es aún más, porque ni mis rodillas ni mi espalda aguanta ya casi nada, el no dormir, el trabajar, el estar a tantas cosas a la vez, también es estresante, pero la edad, esta que cumplo en unos días, 68 años, me ha dado la experiencia de quien ha aprendido a sufrir y mucho desde jovencita. Y ahora al revivir mucho dolor, me enseña que puedo aguantar, que puedo seguir adelante, que debo hacerlo. Que todo va saliendo poco a poco y que quiero vivir cada segundo que me quede de vida con todos los que me quieren tanto, con mi familia, con mis niñas, con mis pacientes, con mis amigos, disfrutar y acompañar a quienes me necesiten. Para eso tengo que estar fuerte. Recuperar esos sueños que estoy perdiendo, la ilusión que se va despacín, pero sin la que no sé vivir y se me nota, mis ojos no son los mismos, ya no brillan como antes, ni mi sonrisa es igual. Pero sé que podré. Siempre he podido. Tengo mucha ayuda a mi alrededor, y sobre todo y ante todo me tengo a mí misma, la fuerza que saco cuando todo se vuelve negro, oscuro, y entonces me imagino una luz a la que siempre siempre acabo llegando, a pesar de dejarme las uñas saliendo del pozo. No me importa. Porque sé que puedo. Ya lo he hecho otras veces. Así que no se preocupen, que tengo mucho que hablar. Hasta de la política me he olvidado estos meses, pero volveré…

Lo juro. "La pluma negra no se rinde". Gracias por dejarme descansar todo este tiempo, gracias por tu apoyo Y gracias por todos los que preguntasteis. Todo irá bien, todo va bien.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents