Opinión

Iceberg

No es momento para la división

Puede que el hecho de estar rodeada de gente joven influya en la percepción que tengo de generaciones como la "Z" de la que, en muchas más ocasiones de las que me gustaría, oigo cosas despectivas.

Supongo que forma parte del ADN de generaciones anteriores, criticar y, en cierto modo, menospreciar a las que vienen detrás.

Quienes ocupan el rango intermedio de edad que supone estar con actividad, pero también con cierta estabilidad (si es que estos son tiempos que lo permiten) suelen ser quienes acusan a la gente joven de no saber nada, de practicar la ignorancia, la pereza y la indiferencia como señas de identidad.

Siempre quienes nos han precedido han creído que habían inventado y salvado el mundo y es que "cualquier tiempo pasado fue mejor".

Pues bien, yo me posiciono en contra tanto de considerarles como un estorbo social más que como una aportación, como de creer que el pasado era mejor.

¡Qué le vamos a hacer si peco de optimismo! Pero quiero que conste que está vez mi "pecado" viene fundamentado y bien parapetado por hechos (factos que dicen en lenguaje Z).

Una gran mayoría de gente joven forma parte de ONG, de asociaciones, de grupos de voluntariado y sino, a las pruebas me remito.

Solo hace falta mirar las imágenes terribles de la desgracia de Valencia. Les invito a pararse a ver quiénes cruzan ese puente cargando con escobones, fregonas o lo que se necesite. Hay infinidad de jóvenes que se comprometen y se implican con causas que buscan que todo sea un poco mejor.

No son tampoco ignorantes tal y como se les acusa desde atriles que, en mi opinión, denotan poco conocimiento de cuáles son las habilidades de estas nuevas generaciones. Saben hacer otras cosas porque su mundo es otro y su forma de relacionarse con la realidad es otra. Así que las soluciones que encuentran son distintas a las que se han dado antes (menos mal) y eso no hace que sean peores.

Por supuesto que habrá quien esté tirado en su sofá con total pasividad e indiferencia ante la injusticia o quien crea que se llega a algún sitio generando caos, pero la mayoría es otra cosa.

Mi alumnado serán los y las docentes del mañana y tengo fe ciega en su labor, entre otras cosas porque si no tampoco entendería muy bien la mía.

Puede que toda esta reflexión esté también motivada porque el rodearme de personas jóvenes me hace aprender cada día y me ayuda a tener una actitud abierta y tolerante para escucharles y no desde un pedestal del que, antes o después, nos caeremos.

La unión nos hace fuertes y aprender que quienes están enfrente (y a la inversa también) nos haría mucho bien. La actitud de menosprecio divide y ya se sabe eso de "divide y vencerás". No creo que sean momentos de división. Ahí lo dejo.

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