Opinión

La Navidad y el solsticio

La ola invasiva de secularización acabó afirmando como un axioma que la Navidad cristiana tiene su origen y que no es más que la transformación de las fiestas romanas del solsticio de invierno después de la paz de Constantino. Desde el s. III a. C. se celebraban en Roma, desde el 17 al 24 de diciembre, las fiestas saturnales, a las que se añadieron más tarde las del sol invicto. Eran festividades religiosas en honor y culto a los dioses paganos: de Saturno como dios de la agricultura, invocando su protección para las nuevas cosechas y de Mitra, dios de la luz, importada tardíamente de Persia y en cuyo honor celebraba el 25 de diciembre el Dies Natalis Solis Invicti, suplicando el renacimiento de un nuevo sol y una nueva luz. Quiero afirmar su carácter religioso-pagano aunque al final, como suele suceder con las fiestas, acabaran en bacanales. El festejo se acompañaba con ritos y liturgias: velas, adornos de las casas, banquetes, regalos, se cerraban los tribunales, no se permitían las ejecuciones, se detenían los conflictos, los amos daban libertad a los esclavos ("la fiesta de los esclavos") y hasta los hombres se vestían de mujeres y a la inversa. ¿Viejo anhelo de igualdad?

La fecha exacta del Nacimiento de Jesús no se conoce. Los evangelios solo datan que nació en Belén en tiempos del emperador Augusto. Pero tenemos documentos, datos y testimonios de que la Navidad se celebraba el 25 de diciembre, no por influencia y para cristianizar el Sol Invictus, sino por otras razones que lo hacen verosímil. El principal documento es de Hipólito de Roma, en el 204, erudito y escritor importante. San Juan XXIII mandó poner su estatua a la entrada de Biblioteca Vaticana. Añadamos la Didascalia (año 250), el Liber Pontificalis en el que papa Liberio (125-136) manda celebrar esta fiesta del nacimiento, los testimonios de Egeria en Jerusalén, los calendarios litúrgicos como el Depotium Martyrum y hasta documentos de Qumrán, datan el 25 de diciembre como "celebración" del nacimiento de Jesús. La razón la da Tertuliano que afirma que Jesús como los profetas fue concebido el día de su muerte, que según su computo fue el 25 de marzo. Nueve meses después, 25 de diciembre, fue su nacimiento.

El desmentido histórico es que el 25 de diciembre cristiano no depende del pagano. Aunque si se asumieron formas y ritos de aquella celebración. Son universales: velas, adornos, regalos, comidas festivas… incluso el deseo de paz e igualdad-fraternidad. En Europa durante siglos, la Navidad se festejó de forma extraordinaria gracias a Francisco de Asís. Es la que siempre celebramos. Ignoro el porqué del empeño en volver a los saturnales. A no ser que por ser Saturno el dios de la agricultura, quieran defender a los labradores europeos y mejorar la PAC y el pacto Mercasur. El misterio del Portal de Belén tiene más valores y proyecta una luz más potente que la del Sol Invictus del solsticio. El cambio, ¡a todas luces!, es perdedor.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents