Opinión

Cuestión de población

Los datos recientes sobre la evolución demográfica asturiana muestran un cambio de tendencia global, pero no debido a la natalidad y mortalidad propias, pues las defunciones siguen triplicando a los alumbramientos, sino al aumento significativo de la inmigración, sobre todo andina. Nuestra región perdía cerca de 10.000 habitantes al año, lo que para una población en torno al millón conllevaría desaparecer -literalmente- en menos de 100 años, extinguirse como los dinosaurios. Es un círculo vicioso pues el envejecimiento creciente haría caer aún más la tasa de natalidad al disminuir mucho la población en edad fértil. Dentro de las principales ciudades Mieres sucumbe, Avilés baja, Langreo caía mucho y ahora se frena, Gijón se estanca, y Oviedo y Siero crecen.

La evolución asturiana se enmarca en la tendencia española, pero en el vagón de cola en cuanto al crecimiento, especialmente comparada con las regiones mediterráneas y economía más liberalizada. Así mientras Murcia es en estas décadas ha pasado de un millón a un millón y medio de habitantes, el Principado ha retrocedido de un millón cien mil a un millón. El caso de Langreo y Mieres se explica por la incidencia de la desaparición de la tradicional minería del carbón, mientras la cacareada reconversión industrial quedó en realidad en gran reducción industrial. Las alas regionales agrarias languidecen a su vez al estar en la periferia de una comunidad periférica y lastrada por los altos impuestos y las infraestructuras incompletas.

En cuanto a Gijón y Oviedo, parece la capital administrativa atrae más a los foráneos que la capital marítima, donde Gijón cuenta con la ventaja del puerto y las playas a efectos comerciales y turísticos, pero según se ve, no suficientemente aprovechados. Dos botones de muestra, el puerto no tiene "Autopista del mar" ni de mercancías hacia Rotterdam ni de pasajeros hacia París y Londres, en cuanto la playa de san Lorenzo escasea en arena en pleamar. Veremos si arranca lo del tráfico subterráneo del Muro. De momento los colombianos y venezolanos, que huyen del socialismo ruinoso, no ven apenas oportunidades en Avilés, en parte sí en Gijón y mayormente las buscan en Oviedo, que ha pasado de 200 a 220.000 habitantes.

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