Opinión

Larga vida a Musoc

Entender el mundo que nos rodea se antoja realmente complejo. Nuestras preocupaciones y ocupaciones lapidan nuestra sensibilidad a la hora de conectar con muchas realidades que son invisibles para el común de los mortales. Las convulsiones que provocan nuestras maneras de vivir generan multitud de ángulos ciegos que son inadvertidos para el mainstream. Ante esto, es muy difícil empatizar con toda esa realidad social, ya que tiende a sernos ajena. Opinar sobre aquello que desconocemos es fácil, nos hemos vueltos expertos. Reflexionar desde la posición de quienes sufren o sobreviven ante la intemperie de nuestros tiempos postmodernos, es más incómodo. Pero si indagamos podemos encontrar en el arte y la cultura una de las mejores expresiones a la hora de humanizar aquello que deshumanizamos.

Y sobre arte quiero hablar hoy. Desde hace 13 años, enero es un mes lleno de oportunidades para poner foco y luz en todas esas realidades que nos cuesta entender, digerir e interiorizar. El cine se vuelve protagonista gracias al compromiso e implicación de muchas personas que hacen posible la Muestra de Cine Social y Derechos Humanos (Musoc). Este grupo de personas, que capitanea Acción en Red, ha conseguido abrirse un hueco en la difícil agenda cultural de nuestra ciudad y región. Y lo han conseguido implicando a muchísimos colectivos, entidades y administraciones de nuestra tierra. Han sido capaces de promover una autentica muestra de cine (y no sólo cine) inédita en toda España. No sólo por la calidad de su contenido; también por su capacidad organizativa para programar implicando a tantísima gente que encuentra en Musoc un espacio real de participación.

Musoc es una de esas brisas que te arrastra con sutileza a un mundo más real, que te ayuda a pensar, que te interpela y te reconecta con todo aquello que nos debería importar. No acto para quienes sientan que nada tienen que aprender. No acto para quienes no quieran descubrir puntos de vista diversos. Una llamada a la reflexión a través de 57 películas, presentaciones de libros, diálogos, encuentros con directores y directoras, conciertos… Increíble su propuesta de Musoc Educa.

Hoy se inaugura en Mieres, en la Casa de Cultura Teodoro Cuesta, y Gijón será una de sus diez sedes. Poco amigo soy yo de sugerir o proponer cosas, no soy muy dado a recomendar. Pero querido lector, si ha llegado hasta aquí, si ha tenido a bien leer este humilde juntaletras, le animo a bucear en su programa y organizar su apretada agenda para visionar alguna de sus propuestas.

Les animo a romper la cuarta pared. Vencer la apatía del consumo. Transitar de la expectación que provoca visionar una película a la llamada a la reflexión y acción que promueve Musoc. Aunque siempre pueden seguir su camino y alimentar la invisibilidad social que nos rodea.

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