Opinión

Buena mar y buenos vientos

Elcano inicia el velero de instrucción que traerá a la Princesa de Asturias a Gijón

Fueron los deseos que transmitió el Rey al partir el noventa y siete crucero de instrucción del Juan Sebastián de Elcano, en el que participa, como guardiamarina, su primogénita Leonor de Borbón, Princesa de Asturias.

Los Reyes se emocionaron al despedir al velero desde los muelles de Cádiz, mientras sonaba de fondo la Salve marinera. Leonor, y resto de guardiamarinas, agitaban sus gorras en señal de despedida, cuando una espontánea sonrisa iluminó el rostro de la heredera. Parecía dar vida a las primeras estrofas del himno de la Armada, cuya letra escribió el gaditano y siempre monárquico José María Pemán: “soplen serenas las brisas ruja amenaza la ola, mi gallardía española se corona de sonrisas”.

Elcano cruzará el atlántico para recorrer varios puertos americanos. El último de ellos el de Nueva York, de donde regresará para tocar de nuevo puerto español, precisamente en Gijón, a principios del próximo mes de julio. Aquí embarcará la Princesa, tras adelantar un mes su regreso a España por vía aérea, en su primera visita al principal núcleo de población y capital marítima de Asturias. Será uno de los acontecimientos locales del año, gracias a las eficaces gestiones realizadas desde nuestro Ayuntamiento y la Comandancia Naval de Gijón.

El buque amarrará en nuestra localidad con la Virgen del Rosario, la Galeona, a bordo. El pasado sábado, como todos los años, los guardiamarinas la trasladaron en procesión por las calles de Cádiz antes de embarcarla. Esta advocación fue oficiosamente durante siglos, y desde la batalla de Lepanto, patrona de nuestra Armada. En Gijón, donde se conocía como la Naval, gozó también siempre de arraigada devoción, con cofradía y altar propio, que aún se mantiene en la parroquia mayor de San Pedro, desde comienzos del siglo XVII.

 La visita de la Princesa dará continuidad a las realizadas por sus antecesores en este último siglo. Se cumple ahora el centenario de las realizadas por Alfonso de Borbón y Battenberg en 1924 y 1925. Sus abuelos, los entonces Príncipes Juan Carlos y Sofía, visitaron Gijón en el verano de 1970. Su padre, siendo Príncipe, visitó la Fundación Evaristo Valle en 1986, precisamente también con uniforme de guardiamarina, y nuestro puerto en 1989. Volvió en 1991 para recibir el título de Hijo Adoptivo, y tres años después a bordo del portaeronaves Príncipe de Asturias. En el año 2001 con motivo de los actos de los premios Príncipe de Asturias, y un año después para la reinauguración de la casa consistorial.

En los próximos meses se cerrará el programa de actos, donde se espera que haya ocasión para que la Princesa reciba el calor y el afecto del pueblo gijonés y algún honor local, tras las recientes entregas de la Medalla de Asturias y el título de Alcaldesa Honoraria de Oviedo. 

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