Opinión | Añoralgias

El bolígrafo polarizado

Leyendo un ejemplar de LA NUEVA ESPAÑA disponible en un céntrico café gijonés me topé un jueves de estos con la versión comentada de un artículo del eurodiputado asturiano Jonás Fernández. Bajo el titular "Los trumpistas europeos que amenazan la Unión" y el sumario "La agenda imperialista de la próxima administración estadounidense", se leía, escrito a bolígrafo y encajado con inusual esmero, tan solo a falta de un par de acentos: "Defiende su pais, no como tu que solo te interesa tu partido".

Similar hallazgo ya me sorprendiera en otra concurrida cafetería local, también hojeando este periódico, en el proceloso año plurielectoral que acabamos de dejar. Era un titular con declaraciones de Adriana Lastra el objeto del artesanal "feedback": "Para dar seguridad a las pensiones hay que blindarlas en la Constitución". Y antes de la palabra "blindarlas", un añadido manuscrito: "eliminar parásitos como tú". En términos parecidos a los que el bolígrafo le dedica a la columna de Jonás, lo cual sugiere que el celebérrimo "El que pueda hacer, que haga" fluye por las más amplias e inopinadas vías de seguimiento. O será que la inveterada costumbre de pillar prensa del día en locales públicos para tirarse una hora fusilando los crucigramas está mudando de la inocua página de Pasatiempos a las más nutritivas de Opinión, también consecuencia de la polarización reinante.

Sin salir de Pasatiempos, entre lectores de prensa en espacios públicos ya había síntomas de radicalización. Ese tipo que, por no acaparar hora y media el periódico para resolver el autodefinido dominical o encontrar los 7 errores, arranca la página y se la lleva a casa, casualmente con la columna más interesante por la otra cara. O recorta un cupón o una participación de lotería, o al tiempo que desayuna deja entre negro sobre blanco una estela grasienta de migas de bizcocho y pollo con mayonesa. En la era de las redes sociales, donde entras a decir buenos días y ya te sale un admirador a lanzarte la pedrada, el "feedback" del bolígrafo crea expectativas a la amenazada prensa escrita, en forma de dinamizador interactivo. Crecerá la suscripción de periódicos en cafés, bares y chigres, salas de lectura, bibliotecas, centros de día, sociedades polideportivas, consultas médicas, peluquerías, estaciones intermodales si las hubiere… El anticuado Cartas al Director evolucionaría hacia un "Réplicas al Articulista", defendiendo el recurso al bolígrafo como Trump defiende a su país. Y el que pueda apostillar, que coja el Bic y apostille.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents