Opinión

La construcción de la Laboral

Año 2020. Miguel Ángel Caldevilla, entonces presidente de los Antiguos Alumnos de la Universidad Laboral. Caldevilla se dirige al Pleno por vídeo, está accesible en Youtube. Desde 2016 los antiguos alumnos se embarcaron en la iniciativa de conseguir esta declaración, siendo su capitán sin duda don Miguel Ángel. Como cualquier logro, léase reconocimiento de la cultura la sidra por la Unesco, detrás hay mucho trabajo y algunos palos en las ruedas, que hasta las pirámides de Egipto así levantaron, los mismos palos eran ruedas.

El pasado 15 de junio el periódico recogía la inauguración de una placa homenaje a los obreros fallecidos en la construcción de la laboral con motivo de los 75 años de inicio de las obras. Han pasado siete meses y la placa no se logra visualizar, pese al acto inaugural. ¿Dónde está? Es obligado aclarar que apenas ocho nombres propios de fallecidos en accidente de trabajo, número escaso y a la vez inmenso para sus familias a pesar de la envergadura de las obras y métodos artesanales en su elaboración. José, Manuel… son nombres que deberían estar impresos en esa placa sin más protagonismos, pues han sido ellos los homenajeados que ni la placa está accesible, tras la foto del acto, en una de las paredes del atrio en un atril.

En todo caso, Caldevilla con su equipo han sido artífices junto a otros ilustres técnicos que han arropado la idea, todo ello bajo el patronazgo de San José Obrero que aún permanece su figura incompleta, descabezada, encima del pórtico de la iglesia ya desacralizada. Ahí San José Obrero, custodio de alumnos le honraban todos los años en fiestas patronales, también icono de trabajadores.

Los que hemos sido alumnos nos acercamos con esperanza a esa declaración de Patrimonio de la Humanidad, y el mérito no está en la transformación cultural, craso error, sino en preservarla. Hasta las pinturas del otro zenit, del teatro, han sido borradas cuando representaban cuerpos atléticos de trabajadores, quizás por algún prejuicio ideológico como si los canteros, encofradores o pintores tuvieran culpa alguna.

La placa homenaje del pasado 15 de junio de 2024 debe incorporarse sin más protagonismo que los trabajadores, no ya los que cayeron del andamio, también mujeres que fregaban de rodillas, hermanas clarisas, profesores y operarios esa es la Humanidad, el todo holístico de la historia y las partes. Que el expresidente Caldevilla sea visto y oído desde su cielo, el de todos, gracias a interné pues su obra en pro de la iniciativa es un continuo en la actual junta directiva de todos los exalumnos, los que se han ido y los presentes.

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