Opinión

Una hoja de ruta para el turismo

La necesidad de un plan relativo a un sector con gran futuro en el concejo

Gijón cada vez está más de moda como destino turístico y así lo corroboran los datos desvelados hace unos días desde el Ayuntamiento, que fijan el 2024 como el mejor año de la historia después de recibir a 1.835.734 visitantes, lo que supone un aumento del 11,5% respecto a 2023. Una realidad que, en lo cotidiano, los gijoneses pueden constatar en periodos vacacionales, puentes festivos incluso, al ver las calles, plazas, bares y restaurantes y playas en verano completamente llenos, pero que contrasta con la falta de infraestructuras para albergar a tantos turistas sin que el día a día de los ciudadanos se vea perjudicado. Tampoco está claro el impacto económico que genera en la ciudad toda esa afluencia (conocido solo en eventos concretos y multitudinarios como el Día de las Fuerzas Armadas, la Feria de Muestras o la Feria de Begoña, por citar ejemplos) porque solo parece estar cuantificado en lo que a alojamientos se refiere. Urge dar respuesta a la pregunta de si Gijón está preparada para no morir de éxito y evitar el colapso el próximo agosto y los que vendrán.

Conviene no dejar en el cajón el informe presentado esta semana por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) en la mesa de concertación social. Un análisis pormenorizado sobre la prospección, identificación y análisis de necesidades formativas en las empresas que alerta, en lo que a turismo se refiere, de que existen evidentes carencias en el servicio al cliente de camareros, en cocina, en organización, en higiene y presentación y en seguridad alimentaria. Datos que vienen a reflejar que la ciudad parece estar comenzando la casa por el tejado.

Ese impacto en los hoteles se traduce en una tarifa media diaria de 80,11 euros el pasado año, un 9,3% más que en 2023. Pero no se puede dejar de lado que las opciones de alojamiento han variado mucho, máxime cuando la moratoria a los pisos turísticos finaliza mañana. Ahí están los datos. De los más de 5,7 millones de pernoctaciones en 2024, solo 890.636 fueron en hoteles de la ciudad, frente a las 185.188 registradas en alojamientos extrahoteleros, 291.995 en viviendas vacacionales y 4.393.255 en viviendas privadas. Dos registros estos últimos que reducen sensiblemente el gasto en la ciudad, salvo para los supermercados. Con esa radiografía parece claro que Gijón ofrece más de lo que recibe de los visitantes. Resulta vital que el plan estratégico pensado para diez años que prepara el área de Turismo dé sus frutos antes de que un nuevo récord histórico acabe siendo una condena.

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