Opinión
La oportunidad universitaria
Asturias dejará de ser "rara avis" en el ámbito universitario, al anunciarse diversas iniciativas privadas en este campo. La Universidad Nebrija abre un grado de enfermería en Avilés, a lo que se unen los avances para la puesta en marcha, en Gijón, de un ambicioso campus de la Universidad Europea. La Universidad de Oviedo ha dejado traslucir cierta preocupación por este desembarco, idea que no compartimos. Los monopolios no son buenos, tampoco en ámbito educativo. Nuestra universidad pública cuenta con un arraigo y prestigio difícilmente cuestionable por estos centros privados, algo que tampoco se ha producido donde las universidades privadas llevan funcionando décadas. Estas iniciativas sumarán, contribuyendo a retener o atraer una "clientela" objetivamente diferente de la de la universidad pública; y la sana competencia siempre espoleará a aquella para redoblar sus esfuerzos en pos de la excelencia académica.
Gijón cuenta con antigua vocación académica y universitaria, que hunde sus raíces en el pensamiento jovellanista traducido en la creación del Instituto de Náutica y Mineralogía, luego Real Instituto. A lo largo del pasado siglo, y lo que va de este, las relaciones entre nuestra villa y la Universidad de Oviedo tampoco han sido un camino de rosas. Esta Universidad, al fin y a la postre la de Asturias, conserva resabios capitalinos que van más allá de su mero nombre. Sonada fue la escandalera en los años setenta del pasado siglo, tras la creación de la nueva Facultad de Filosofía y Psicología, con sede precisamente en el antiguo Instituto gijonés. Los reaccionarios académicos de la capital montaron en cólera volviendo atrás todo lo acordado, pues no toleraban que carreras de humanidades salieran del fuerte ovetense. El lío acabó con el rector, Teodoro López-Cuesta, declarado persona non grata en Gijón.
El último desencuentro la elección de Oviedo para el nuevo grado de Deportes, en detrimento de nuestra villa que seguramente acumulaba más méritos e instalaciones para acogerlo. Nuestro campus necesitó décadas para consolidarse sin generar nunca el entusiasmo de los sucesivos equipos rectorales que, tratando de embridar las aspiraciones universitarias gijonesas, parecieron más bien verlo como un mero satélite del cogollo capitalino. Acotado en titulaciones técnicas como las ingenierías industriales o informáticas, pero sin permitir tampoco la creación de una Universidad Politécnica propia, como algunos plantearon. La actual Facultad Jovellanos no es más que la heredera de la antigua Escuela de Comercio nacida muchas décadas antes al margen de la Universidad, como lo fueron también los estudios náuticos que luego dieron lugar a la Escuela de Marina Civil.
Gijón no puede menos que aprovechar esta nueva iniciativa con una potente inversión de recursos privados, para lograr y consolidar su reiterada vocación universitaria; y así debe ser entendido por las autoridades universitarias asturianas, en caso contrario sólo cabría aplicarles el conocido refrán del perro del hortelano.
Suscríbete para seguir leyendo
- Hallan un cadáver en la playa de San Lorenzo en Gijón
- La Policía investiga las causas de la muerte del joven hallado en la playa de San Lorenzo de Gijón
- Un cumpleaños en Gijón acaba con varios niños infectados de salmonela, tras participar en un taller de repostería
- Rebajan hasta 5.000 euros un piso en venta en una zona de moda de Gijón: tres dormitorios y muy luminoso
- Fallece un hombre al precipitarse desde un viaducto en Gijón
- Fallece a los 63 años Ana Gloria Blanco Orviz, antigua directora del IES Padre Feijoo e histórica de La Calzada
- A prisión un gijonés de 31 años por tener relaciones sexuales con un menor de 13 años
- Fallece a los 91 años Madame Riti, reina de la noche de Gijón