Opinión

José Manuel Sariego

De votantes y perfiles

Eduardo Bayón García, analista político y experto en comunicación, que no por vernáculo despliega una menor finura analítica que los politólogos de otras latitudes, se hace eco de un estudio realizado en Francia hace seis años que radiografía a los votantes del momento y se erige en una brújula para comprender el rumbo de las democracias occidentales. La clasificación es algo más que una simple categorización, busca entender las tensiones y aspiraciones que atraviesan a la ciudadanía, componiendo una visión integral y dinámica.

El perfil de los votantes se divide en seis grandes grupos. Cada uno de ellos representa un segmento de la población y su conjunto refleja las pulsiones y transformaciones que se producen en las sociedades contemporáneas.

"Militantes desencantados": Dícese del grupo compuesto por personas con una ideología de izquierda, comprometidas con la lucha por la justicia social. Tienen convicciones firmes, mas presienten el futuro con pesimismo. Su desencanto proviene de la percepción de que sus esfuerzos no generan cambios significativos. Actúan en movimientos sociales, pero su frustración limita su eficacia.

"Estabilizadores": Grupo que representa a los ciudadanos moderados que valoran la cohesión social y buscan preservar la estabilidad de sus comunidades. Aunque disfrutan de una posición cómoda, se sienten amenazados por problemas como el desempleo, las desigualdades y el deterioro ambiental. Apuestan por soluciones pragmáticas y confían en el diálogo como herramienta para resolver conflictos.

"Liberales optimistas": jóvenes urbanos y dinámicos que valoran la autonomía individual y mantienen una perspectiva positiva sobre el futuro. Confían en las instituciones, el progreso tecnológico y una economía abierta. Su optimismo no anula la preocupación por la transición ecológica y las desigualdades económicas.

"Expectantes": personas desvinculadas de la vida colectiva, con pocas interacciones sociales y una visión individualista. Su foco se centra en problemas cotidianos como el empleo, la salud y la familia. Si bien desconectadas, pueden ser movilizadas en determinadas condiciones.

"Olvidados": El grupo más grande y el más pesimista. Se consideran marginados y traicionados por las élites y las instituciones. Profundamente desconfiados, lo que alimenta su polarización, buscan refugio en la identidad nacional.

"Identitarios": con una visión marcadamente nacionalista, perciben la identidad francesa amenazada por factores como la globalización y la inmigración. Priorizan la autoridad, la soberanía nacional y las tradiciones. Muy pendencieros, defienden medidas drásticas como el cierre de fronteras y otras políticas restrictivas.

Interesantes referencias para reflexionar. Y autoperfilarnos, si cabe.

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