Opinión

Gracias

Ustedes me han leído muchas veces con un estado de ánimo regulín, lo que por otra parte es totalmente normal en todas las personas. Por eso, de vez en cuando es bueno poder escribir sobre las cosas buenas de la vida, que también las hay. Esta semana ha sido mi cumpleaños, 69 tacos, que se dice pronto, y duelen, especialmente por dentro, mucho. Más que nada porque no hay un hueso en mi cuerpo que no cruja y mis movimientos son cada vez más torpes, notando a cada paso que no puedo cargar pesos, ni subir cuestas y que mi rodilla pide a gritos un recambio y mi espalda ya no aguanta barras de sidrerías. Pero si esto significa que sigo viviendo y disfrutando al lado de los que quiero, no me importa. Por primera vez en muchos años, he pasado este cumpleaños con todos mis hijos. Con mis nietas y echando de menos al nietín que está más lejos y no ha podido venir. He vuelto a sonreír y reír con todas mis fuerzas, porque simplemente les he visto felices y sanos. Y es que los milagros existen. Puedo asegurarlo.

Nunca hubiera imaginado este cumpleaños así, la vida no parecía estar dándome muchas alegrías y realmente casi, casi no podía más. Y aunque sé que existe aún mucho camino que andar y muchas tristezas que superar, todo ha sido una inyección de energía y de fuerza para continuar, que agradezco a todos aquellos que cuidan de mí allá arriba. También aquí abajo. A toda esa cantidad de gente que ha estado pensando en mí, mandando fuerza y energía que, ¿saben?, he sentido muy muy dentro.

Quizás es en momentos como los que hemos vivido, cuando te das cuenta de que la gente se preocupa, que está pendiente, que se acuerdan y rezan o simplemente están a tu lado. He tenido a mis hermanas, siempre, que pasaron conmigo todos los sufrimientos, la ansiedad, la angustia que la vida te va dando, que han llorado conmigo y han secado mis lágrimas. Por eso, doy gracias a Dios por estar aquí. Solo pido que me deje estar con todos ellos un poco más de tiempo, que me deje disfrutar de días como estos en los que no paro de dar las gracias porque sé que soy una privilegiada y le pido a Él que me dé fuerzas para seguir luchando con uñas y dientes por y para ellos, que me deje ver cómo todo se va solucionando y pueda irme tranquila... Solo eso. Ni más ni menos. Gracias.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents