Opinión

Epílogo pascual femenino

La importancia de la mujer en la realidad eclesial, como se ha está notando en el Jubileo 2025, es cada vez más evidente y necesaria, se ha notado en las procesiones de Semana Santa gijonesa, en la que su presencia ha quedado manifiesta. El papa Francisco en su visita al hospital Gemelli, para agradecer las atenciones recibidas, ha afirmado: “toda marcha mejor cuando están presentes las mujeres”: hoy como en los días de la Resurrección de Jesucristo tienen un protagonismo claro y necesario.

La Resurrección de Jesucristo, al tercer día según las Escrituras, es el fundamento del Mensaje Cristiano. Solo desde la fe en la Resurrección revelada y creída, que germinó el primer Viernes Santo, se pueden entender las palabras del San Pablo: “Si Cristo no ha resucitado, los cristianos son ilusos y los más desgraciados de los hombres”. Las actitudes posmodernas ante la Resurrección son absurdas y negacionistas y se pueden reducir: Jesús murió definitivamente; el concepto Resurrección supondría un lenguaje simbólico que expresaría un deseo humano profundo, una utopía secular de un futuro mejor en una sociedad sin clases marxistas o una globalización donde solo unos pocos gozarían de todo y todos los demás pobres pero felices según la ideología wokista.

En los relatos evangélicos histórico-teológicos de la Resurrección las mujeres tienen un protagonismo emocionante. Ellas permanecieron valientes y solidarias. Ellas vigilantes, muy de mañana el primer día de la semana, fueron presurosas a embalsamar el cuerpo sin vida del Maestro, que no había sido robado por los discípulos, como cínicamente afirmaron los máximos responsables de su muerte, la clase sacerdotal dominante: saduceos y fariseos. De hecho, fue María Magdalena la primera en recibir el gran mensaje de la Resurrección. Cuando fue a comunicárselo a San Pedro y compañeros que estaban encerrados por miedo a los judíos; en un primer momento no la creyeron y lo considerado, cosas de mujeres sin capacidad legal para dar testimonio en un juicio. El máximo teólogo católico Tomás de Aquino, considera a María Magdalena como el primer mensajero y apóstol de la Resurrección.

Toda la realidad evangélica de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo puede ser contemplada hoy como nunca, en dos producciones audiovisuales de gran calidad y con las más modernas TIC: la serie “The Chosen”, especialmente la entrega “Última Cena” y el gran reto de Mel Gibson, después de “La Pasión” como es Resurrección.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents