De Javimo a San Garitano

"Lluvias generalizadas en toda España", rezaba el faldón de apertura de A3 Noticias en plena operación salida, cuando en el centro de Gijón la pantalla del televisor frente a la ventana reflejaba un rayo de sol como el de la canción de "Los Diablos". "Muchos tratan de escapar de la lluvia sin éxito", se leía en el sumario del TD1; otro rótulo disuasorio tirando a alarmista bajo el clásico presencial desde un puente sobre la consabida hilera de coches saliendo de Madrid. Zapeabas en busca de mejores augurios y la TPA te recibía con un rotundo "Semana Santa floja para el turismo", que una reportera en directo contradecía despidiendo conexión desde no me acuerdo dónde: "Los datos son buenos, muy buenos".

Hiperconectados en plena era de las tecnologías de la comunicación, con satélites meteorológicos (y de los otros) orbitando a mansalva el planeta, eltiempodejavimo.es se consolida como fuente de información turística, para no picar con el catastrofismo crónico de las televisiones y el empeño de sus pronosticadores en generalizar, en el tiempo y en el espacio. Al discreto ingeniero asturiano que está detrás de esa página web le debemos el último freno de mano en la desbandada hacia la cancelación de última hora, cuando los meteorólogos de todo el universo mass media han concluido sus desalentadores vaticinios, se ponen a anunciar seguros, colchones multielásticos o nuggets de pollo y a ti te abruma la cadena de borrascas atlánticas con nombre de huracán que supuestamente se avecina. Lo anulas todo: el hotelín de playa, el rural, el airbnb y la VV, el bus directo, el AVE con paradas, la revisión del coche y hasta la mesa con menú cerrado: aquí fabada o pote, cachopo XXL, arroz con leche y maridaje de sidra universal de la Unesco, más café y chupito y un táper para llevar.

La Semana Santa en la que iba a llover a cántaros, como si lo pidiera Pablo Guerrero, en Gijón se saldó con tres chaparrones y un orbayu ambientador, un sábado de ventolera y el remate de cuatro mil guiris del "Britannia" en misión de reconocimiento, callejeando en busca de queso, casadielles y carteles de se vende piso. A las cofradías religiosas en pleno auge mediático les funcionaron las rogativas para salir en procesión. Se informarían por Javimo o tendrán radar de lluvia, como la Fórmula 1. En la peregrinación laica del viernes hasta El Molinón, también en seco, la feligresía rojiblanca festejó el milagro de San Garitano y ya estudia llevarlo a los altares.

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