Opinión

Veinte años de galerismo en Gijón

Cumplir veinte años como galería de arte contemporáneo en una ciudad como Gijón no es solo una meta personal o empresarial: es un motivo de celebración colectiva. Supone constatar que es posible desarrollar un proyecto cultural independiente y sostenible fuera de los grandes centros del arte, y hacerlo desde el compromiso con el territorio y con la ciudadanía.

Dos décadas de trayectoria dan perspectiva. Lo que comenzó como una apuesta personal se ha convertido en un agente activo dentro del ecosistema cultural asturiano, participando en ferias, tejiendo redes profesionales y colaboraciones con instituciones públicas y privadas. Desde aquí, hemos aprendido que las galerías no son solo espacios donde se exponen obras: son lugares de encuentro, mediación y construcción de sentido crítico. Son espacios que conectan el talento con la proyección global.

Gijón, con su historia industrial y su identidad abierta al mar, ofrece un entorno fértil para la cultura contemporánea. A veces cuesta más abrir camino desde la periferia, pero también se trabaja con más autenticidad. Crear y sostener una galería aquí ha sido un ejercicio constante de adaptación, pero también una forma de demostrar que el arte puede tener un papel transformador en medianas ciudades si se le da el espacio y el valor que necesita.

El nuestro no ha sido un camino individual. Durante estos años hemos creado un tejido vibrante de artistas, coleccionistas, instituciones, empresas, críticos, comisarios y medios que han contribuido a que este proyecto siguiera creciendo. También hemos visto cómo el sector cultural en Asturias ha ido ganando madurez, profesionalización y visibilidad.

Este aniversario es, por tanto, una oportunidad para lanzar un mensaje a quienes se plantean emprender en el ámbito de la cultura: sí, es posible. Es posible crear, gestionar y hacer crecer proyectos desde Gijón, con ambición, con raíces y con vocación de futuro. La cultura no solo enriquece, también construye ciudad, crea empleo y genera identidad. No hay desarrollo sin imaginación.

Veinte años después, seguimos creyendo en el arte como motor de transformación y Asturias como un lugar desde el que seguir construyendo. Un lugar al que estoy profundamente agradecida por haber sabido reconocer y apoyar nuestro proyecto a lo largo de nuestra trayectoria, con premios como el AFAS a la Autónoma del Año 2016, el Gijón Impulsa en la categoría de Mujer Empresaria 2020 y el Premio CEAT a la Empresaria Autónoma del Año 2024.

Gracias por estar, por creer y por hacerlo posible.

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