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Opinión

Renaturalización fluvial del Piles

Un recordatorio de que el proyecto se impulsó en el anterior gobierno del PSOE e IU

Recientemente el proyecto de renaturalización del río Piles y el Peñafrancia ha recibido un premio en Madrid en reconocimiento a proyectos emblemáticos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. "Este reconocimiento demuestra que Gijón está a la vanguardia en la recuperación ambiental y la gestión sostenible de su territorio, y confirma que nuestras políticas municipales contribuyen a los objetivos europeos de transición ecológica". De esta manera celebró el premio el concejal de Medio Ambiente, el popular Rodrigo Pintueles.

Sinceramente creo que cualquier reconocimiento al Ayuntamiento gijonés es motivo de satisfacción para la población gijonesa y más si va en la línea de mejorar la gestión sostenible medioambiental del municipio como objetivo europeo. Dicho esto, resulta coherente remarcar el camino recorrido hasta la concesión del citado premio para disipar lagunas de memoria políticamente interesadas.

El envite partió del gobierno municipal PSOE-IU, acogiéndose al trámite para la obtención de subvención vía restauración de ecosistemas fluviales y la reducción del riesgo de inundación en los entornos urbanos españoles en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia del Gobierno de España, conforme a la convocatoria de la Orden TED/ 1018/2021, de 20 de septiembre. Por tanto, guste o no, el impulso para que el "proyecto emblemático" fuese reconocido partió del gobierno de izquierdas con la colaboración de Ecoloxistes n´ Acción.

Así pues, considero que ambas entidades merecen un reconocimiento especial como recompensa al descrédito que sufrieron por la entonces oposición de Foro y PP –negacionistas del proyecto– al que se sumó con mayor énfasis el Grupo Covadonga con desagravio personal hacia los impulsores.

Lo resalto, porque la acreditada suspensión del anillo navegable reflejada en el proyecto de Renaturalización del Piles determina que el RGCC reaccione de forma malévola: "Es una acción política que pretende estar por encima de la justicia". El Grupo, al cuestionar los estudios técnicos y ambientales del proyecto para la Renaturalización optó por abrir la vía contencioso-administrativa al amparo de una serie de argumentos tan subjetivos que la Justicia tumbó uno tras otro. Además, del contencioso, fue persistente en sus críticas al gobierno municipal –filocomunista– con exagerada desmesura verbal hacia el concejal del ramo Aurelio Martín.

Aunque el premio haya dado a luz coincidiendo con el actual gobierno municipal Foro-PP y, por tanto, le otorga legitimidad para recogerlo y valorarlo en nombre de la ciudad –si partimos de los antecedentes negacionistas expuestos– el gobierno de Carmen Moriyón política y moralmente queda deslegitimado para atribuírselo en propiedad como buena praxis de gestión en materia medioambiental cuando su acción fue obstaculizadora y de alineamiento con el Grupo Covadonga en contra de las sinergias transformadoras propuestas por el Ministerio de Transición Ecológica para la ejecución del proyecto de renaturalización del río Piles y que el gobierno PSOE-IU llevaron a efecto.

Lo importante, más allá de la acción política, que la tiene, más allá de la hipocresía partidista, es la acción de las máquinas avanzando hacia la recta final de la obra configurando un entorno fluvial saludable y sostenible en la certidumbre de mejora del cambio climático y calidad del ecosistema. Por tanto, la renaturalización fluvial como espacio navegable y seguro avanza en la línea de la coexistencia de su fauna autóctona y la práctica deportiva respetuosa con el medio ambiente.

Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de decir la verdad (Bertolt Brecht).

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