Susana Sánchez, nutricionista de Grado, da las claves de una buena alimentación: "Comer menos no es comer mejor"

"Hay que planificar el menú semanal e ir a la compra, no al revés", dice la experta moscona

La nutricionista Susana Sánchez.

La nutricionista Susana Sánchez. / Irma Collín

Ángela Rodríguez

Ángela Rodríguez

La moscona Susana Sánchez estudia el comer, el nutrirse y el cuidarse desde hace ya tres décadas. En el hospital, primero, y también ahora en su consulta de Oviedo, observa y explica los cambios de la sociedad en su forma de alimentarse e insta a retomar antiguas costumbres como "cocinar platos de cuchara con legumbres". En general, como especialista en alimentación y pérdida de peso, sobrepeso y obesidad, asegura que "estamos sobreinformados y sobrealimentados". Este viernes, en la sala polivalente de la Casa de Cultura de Grado, compartirá sus claves para "comer mejor" en una charla que comenzará a las 19.00 horas.

"Hay mucha información y confusión con los alimentos saludables o, por ejemplo, con un superávit calórico. Pero, gracias a los nutricionistas y, en parte, a las redes sociales, tenemos a disposición claves para alimentarnos mejor", advierte la experta. "Eso sí, tenemos también un problema, que es la industria alimentaria. En los supermercados todos los frontales tienen alimentos procesados con etiquetas llenas de aditivos. Pensamos que compramos una crema de brócoli y espinacas y que estamos comiendo bien, y lo más seguro es que lleve un montón de cosas para que te guste y vuelvas a comerla", asegura Sánchez.

Lo natural sigue siendo, para ella, la mejor opción. "Productos de proximidad y de temporada, la verdad, como los que se encuentran en el mercado de Grado. Nada más bío que eso. Hay que cocinar y, poco a poco, volver a ir a la pescadería y a la carnicería", señala la moscona, que reconoce que la falta de tiempo sigue siendo, también, la excusa o explicación más escuchada para no comer bien.

"En gran parte es desconocimiento. Hay personas que no tienen tiempo y sacan una hora para ir a caminar y a la vuelta toman una sopa de sobre instantánea. Lo preferible es organizarse y repartir ese tiempo, caminar media hora y dejar otro rato para cocinar. Por ejemplo, con un puré, un pisto, unos champiñones al ajillo y una ensalada puedes abrir un bote de garbanzos y tener el menú para toda la semana. Es importante configurarlo y, después, ir a hacer la compra, no al revés", detalla la experta.

La alimentación, por supuesto, influye directamente en la salud. No solo física, sino mental. Acudir a los profesionales es siempre la mejor opción "para recibir, sobre todo, una atención especializada, que tenga en cuenta el papel fundamental de las emociones. Porque cada persona es diferente y pasa por diversas etapas en su vida", destaca Sánchez. Es el caso, por ejemplo, de las mujeres que llegan a la menopausia. El 80% de las personas que acuden a su consulta son mujeres de entre 35 y 60 años para intentar perder peso.

"El cambio hormonal al llegar a la menopausia conlleva un aumento de peso y una redistribución de la grasa, además de otros cambios en el cuerpo como los problemas de hipertensión, los sofocos... Afortunadamente, hay más mujeres ahora en la medicina y se habla más de ello. Ya no es un tabú. Acompañar esos cambios en el cuerpo con la alimentación es importante, por ejemplo, con alimentos que contengan más fitoestrógenos y antioxidantes", detalla la nutricionista.

Su campo de trabajo, defiende, es muy amplio. "No es la idea que muchas veces se tiene sobre el nutricionista que te va a poner a dieta. Nuestra tarea es educar y ofrecer alimentación personalizada. Comer mejor no significa comer menos", asegura la moscona.

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