“Todos podemos salvar una vida”: Cruz Roja enseña primeros auxilios en Grado

Una veintena de personas de todas las edades participaron en el taller organizado en la Casa de Cultura, donde aprendieron a actuar ante emergencias como golpes de calor, atragantamientos o paradas cardiorrespiratorias

Grado

Saber cómo actuar ante una emergencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Con esa premisa, Cruz Roja en colaboración con el Ayuntamiento de Grado, celebró este lunes un taller de primeros auxilios con motivo del Día Mundial de la Salud. La actividad, que tuvo lugar en la Sala Polivalente de la Casa de Cultura, reunió a cerca de una veintena de personas dispuestas a aprender técnicas básicas para actuar ante situaciones críticas como bajadas de tensión, crisis convulsivas, atragantamientos, heridas, quemaduras o paradas cardiorrespiratorias.

Claudia Costa, enfermera del HUCA y voluntaria de Cruz Roja, fue la encargada de impartir el taller, acompañada del ya entrañable muñeco de prácticas ResuciAnne. “La gente piensa que sabe menos de lo que realmente sabe. Estas son cosas que podemos llevar a cabo cualquiera”, afirmó. Para Costa, es fundamental que la ciudadanía se sienta capacitada para actuar en los primeros minutos tras una emergencia. “Muchas veces la diferencia entre sobrevivir o no está en cómo se actúe antes de que llegue el personal sanitario”.

Uno de los momentos más llamativos del taller fue la práctica de la RCP, en la que participaron niños como Asier y Candela Otero. “A mí me gustó mucho poder aprender sobre esto. Ahora si alguien no respira ya sé cómo se hace y lo haré”, decía Asier con convicción, destacando la importancia de que también los más pequeños reciban esta formación, y asegurando que tiene muchas ganas de que este taller se imparta también en su colegio para que sus compañeros puedan aprenderlo también. Su madre, Lorena Areces, lo tiene claro. “Es algo que todo el mundo debería saber un poquito. Para mí es útil, pero sobre todo para ellos, que pasan mucho tiempo con los abuelos, y nunca está de más que sepan qué pueden hacer además de llamar al 112”.

La técnica de Cruz Roja de Grado Raquel Fernández valoró muy positivamente la participación y anunció que se prevén más talleres a lo largo del año, no solo sobre primeros auxilios, sino también sobre educación vial u otros temas de interés social. “Nuestro objetivo es concienciar a la ciudadanía y ampliar estas formaciones también a las zonas rurales, con el apoyo de ayuntamientos y asociaciones vecinales”, señaló.

Durante el taller se explicó también la regla del PAS —proteger, avisar y socorrer—, fundamental en cualquier intervención. “Por encima de la supervivencia de la víctima está la del rescatador, porque si no, pasamos a tener dos víctimas”, recordó Costa, quien también subrayó la importancia de llamar al 112 de forma clara y concisa en cuanto a la ubicación de la persona que necesita ayuda para evitar retrasos y, en el caso del rescatador, protegerse legalmente, un dato en el que mucha gente quizás no piensa a la hora de atender una emergencia.

Los asistentes aprendieron nociones prácticas, como elevar las piernas ante una bajada de tensión, enfriar el cuerpo poco a poco y dar de beber agua del tiempo en el caso de un golpe de calor, actuar frente a crisis convulsivas sin caer en mitos como el de “tragarse la lengua”, o aplicar la maniobra de Heimlich en caso de atragantamiento. También se abordaron situaciones como heridas o quemaduras, aclarando, por ejemplo, que “el agua del grifo es válida para limpiar casi todas las heridas, pero en quemaduras graves debe evitarse el agua fría”, explicó la enfermera responsable del taller. La jornada sirvió para desmitificar muchas ideas erróneas y reforzar la importancia de actuar sin miedo. “Hay gente que no se acerca a una parada cardiorrespiratoria por temor a hacerlo mal, pero lo más peligroso es no hacer nada”, insistió Costa. La clave está en actuar, en equipo si es posible, y no dejar a nadie solo. “Todos podemos ayudar. Llamar al 112, buscar a alguien que sepa… Todo suma, pero sobre todo, es clave hacerlo estando organizados”, indica.

Tampoco se dejó atrás la explicación del uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA) y el Desfibrilador Externo Semiautomático (DESA), dispositivos de reanimación cardíaca para restaurar el ritmo normal del corazón tras un paro cardíaco que se encuentran hoy en día disponibles en muchos lugares públicos, y también lo útiles que son los códigos ictus y corazón que, según detalló Costa, “en Asturias funcionan estupendamente y permiten una rápida actuación y una recuperación ágil y con buen pronóstico”. La importancia de esta jornada puede resumirse con una cita de Mónica López, una de las participantes, que lo resume del siguiente modo: “Seguramente hoy salga con dudas, pero también salgo sabiendo algo más. Y eso ya es importante”. 

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