La Primera Flor abarrota Grado, que corona la faba de Argüelles (Siero) por segundo año consecutivo

Celia Vallina Blanco, de Argüelles (Siero), repite triunfo en el certamen a la mejor faba acogida a la Indicación Geográfica Protegida

J. A. O.

Grado

Grado vivió este domingo una multitudinaria y soleada Primera Flor, con miles de personas en las calles y gran animación en los puestos de venta del Mercadón en el Parque de Arriba y del tradicional mercado del centro de la villa moscona. El intenso programa de la jornada incluyó también el décimosexto Certamen de la Faba Asturiana acogida a la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Celia Vallina Blanco, de Argüelles (Siero), que comercializa bajo la marca La Barreda, repitió el triunfo que ya había logrado el año pasado en esta misma cita. Segundo quedó Javier Menéndez, de El Tareno (Valdés), ganador en abril en el festival de Villaviciosa, mientras que tercera quedó Espertina Mayo Bueno, de Finca Llorín, también de Valdés.

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Al certamen de la IGP concurrieron ocho productores de faba, con stand de venta en la plaza del Ayuntamiento, donde también se pudieron degustar de manera gratuita medio millar de raciones de fabada, emplatadas por Álvaro Fernández y Manuel Fernández. "Están buenísimas", indicó Carlos Alonso, uno de los muchos asistentes a la Primera Flor.

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Los grupos Xarré, La Flor de Gráu o la Asociación Muyeres por Grau se encargaron de la animación musical y folclórica de la jornada. El consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, asistió a la entrega de premios del certamen de la faba acompañado del alcalde moscón, José Luis Trabanco, y de la edil de Mercados, Lorena Cabo.

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Celia Vallina, "muy contenta" con el triunfo en el certamen, aseguró que este año "hay muy poca faba, pero de bastante calidad". "Este premio supone un reconocimiento a un trabajo muy duro", añadió la productora de Argüelles, que se mostró "optimista" con respecto a la próxima cosecha de faba asturiana. "Aunque vengamos de dos malas, hay que tener esperanza para todo", subrayó .

Entre los puestos que más expectación levantaron en el Parque de Arriba estuvo el de venta de frixuelos de la Asociación Mujeres por Grado. Conchita Muñiz y Amparo García se esforzaban ante los fogones, poco antes de mediodía, para atender al numeroso público interesado en un producto elaborado con mezcla de escanda. "Rico, rico, rico", sentenció Natalia Sánchez, gijonesa que conoció la Primera Flor de Grado. "No me esperaba un mercado tan grande, ni tantísima gente", indicó poco antes de adquirir un tarro de miel de brezo de Reinastur en el puesto del moscón Fernando Martínez.

"La verdad es que vino mucha gente, creo que va a ir mejor que el año pasado", afirmó Xel Díaz, encargado del puesto de venta de afuega´l pitu de Ca Sanchu, en Ambás (Grado), quien también achacó a la excelente jornada primaveral parte del gran éxito de convocatoria de esta edición festiva.

De igual forma, se mostraron satisfechas con la marcha del mercado en el centro de la villa Ana e Isabel García, de la Quesería La Borbolla, con stand ubicado al lado del dedicado a frutas y verduras que atendía Lucía Menéndez.

Si el mercado semanal gozó durante toda la mañana de un espectacular ambiente, no le fue a la zaga el que se vivió en el Parque de Arriba, con el Mercadón repleto de público. Allí vendió sus embutidos de Nava Inés Castro, acompañada de su hija Iris Montes. Muy cerca, Beatriz Rodríguez, de Cangas de Onís, ofrecía el único queso gamonéu certificado como ecológico.

Por si fuera poco, durante la mañana se celebró la Feria de Ganado de la Primera Flor para reses de ovino, bovino, equino y porcino.

Tras una larga mañana de compras, fabas y animación, sesión vermú y cita gastronómica, moscones y visitantes se aprestaban a despedir la Primera Flor con verbena en la plaza de General Ponte a las diez de la noche de este domingo.

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