Asturias se vuelca con el mayor estudio de salud de España y Grado es un eje clave del proyecto

La iniciativa recopilará información sobre salud, genética, medioambiente y estilo de vida para anticiparse a enfermedades y mejorar la prevención

VÍDEO: Asturias participa en un estudio epidemiológico que seguirá a 8.000 asturianos durante 20 años

Carla Vega

Grado

El Centro de Salud de Grado se ha convertido en uno de los principales ejes del mayor estudio de salud impulsado en España: el proyecto Cohorte IMPaCT, promovido por el Instituto de Salud Carlos III. La consejera de Salud del Principado de Asturias, Concepción Saavedra, visitó las instalaciones para conocer de cerca el desarrollo del programa, que ya cuenta con casi 400 personas participantes en la región.

“Estamos ante uno de los grandes estudios que se están haciendo a nivel nacional. En Asturias van a participar 8.000 personas, seleccionadas de forma aleatoria, que serán seguidas durante 20 años para conocer por qué enfermamos y cómo podemos prevenir esas enfermedades”, explicó Saavedra. La investigación incluye tanto a población rural —con base en Grado y participantes de localidades como Pravia, Las Regueras, Somiedo o Yernes y Tameza— como a población urbana, que comenzará a ser atendida próximamente en el centro de salud de La Corredoria, atendiendo a ciudadanos de zonas urbanas como Oviedo, Lugones y el barrio de Teatinos. 

El objetivo es alcanzar 4.000 participantes de zona rural y 4.000 de zona urbana para que a lo largo de estos 20 años no solo se conozca la situación de los asturianos comparada con el resto de los participantes de otras comunidades autónomas, sino también las diferencias de salud entre quienes residen en pueblos y quienes lo hacen en ciudades asturianas. Durante la visita, la consejera subrayó la relevancia de que Asturias esté presente en el estudio con una muestra significativa. “Nuestro entorno tiene características sociales, ambientales e incluso industriales propias, que pueden influir en la salud. Participar en este estudio nos permite identificar si hay factores diferenciales que afectan a los asturianos”. 

Los posibles participantes son seleccionados de forma aleatoria por el SESPA, que traslada un listado al equipo de Grado, desde donde se ponen en contacto con dichas personas. “De momento, el 54 por ciento de los participantes son mujeres y la franja más representada está entre los 50 y 60 años”, apuntó Saavedra. A cada persona se le realiza un examen físico completo, se recogen datos de salud, hábitos de vida, analíticas, muestras  biológicas e incluso se incluye un análisis genómico. Además, se les hará seguimiento en intervalos de cinco años durante dos décadas.

La responsable del equipo en Grado, Myrian Sanjuan, explicó que “los participantes vienen al centro de salud tres o cuatro veces en el periodo de más o menos un mes para hacer pruebas físicas, responder cuestionarios y aportar muestras biológicas”. A pesar de las dificultades logísticas, como el desplazamiento desde pueblos alejados, el equipo adapta los horarios e intenta reducir el número de visitas por cada participante. “Abrimos incluso por las tardes para facilitar la participación. En muchos casos, intentamos condensar todo en dos o tres visitas para que esto no sea un motivo de rechazo en la participación en el estudio”, indica.

El director del centro de salud y coordinador regional del estudio, Rubén Villa, destacó la importancia de participar en el estudio, para el que se seleccionan “personas sanas”, e incluso ha permitido detectar algunas patologías. “Las conclusiones generales serán a largo plazo, y una vez alcanzados esos 20 años serán científicos expertos quienes estudien esa progresión. Pero a través de la participación en este estudio ya hemos detectado arritmias no conocidas o hipertensión no diagnosticada. Eso es una mejora directa en la salud de las personas participantes”.

Por su parte, el alcalde de Grado, José Luis Trabanco, mostró su apoyo institucional al proyecto. “Es un orgullo que este estudio se desarrolle aquí. Muchas veces no valoramos estas iniciativas como se debe, pero hay que darles la importancia que tienen. Desde el Ayuntamiento vamos a colaborar en todo lo que haga falta”, dijo.

Cohorte IMPaCT cuenta con la colaboración de 21 instituciones, entre ellas la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria (FINBA), el Instituto de Investigación del Principado (ISPA), el SESPA y el Instituto Nacional de Estadística. Su objetivo es recopilar durante dos décadas información sobre salud, genética, medioambiente y estilo de vida para anticiparse a enfermedades y mejorar la prevención en todo el país.

La visita de la consejera también sirvió para que esta pudiera conocer de primera mano nuevos materiales que se han incluido en los servicios del centro de salud moscón. Se trata de un ecógrafo, un retinógrafo y un tonómetro, material nuevo que se está incorporando a los centros de salud asturianos para dotar de mayor resolución a la atención primaria. “Estamos encantados. Vamos aprendiendo poco a poco, y tengo que decir que los que más rápido lo pillan son los residentes. Contar con estos nuevos servicios nos permite agilizar mucho las cosas”, expuso Villa.

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