Vicente Llaneza, profesor de Tai Chi: "Los beneficios son mentales y físicos, es muy rehabilitador"

Imparte los principios básicos de la disciplina en el centro social de Grado, los lunes por la tarde

En primer término, a la izquierda, Vicente Llaneza, con algunos alumnos, este domingo, en Grado.

En primer término, a la izquierda, Vicente Llaneza, con algunos alumnos, este domingo, en Grado. / P. T.

Paula Tamargo

Paula Tamargo

Grado

Cualquier momento de la vida es bueno para empezar, pero "hay que echarle un mínimo de tiempo, porque a veces la gente piensa que es llegar y ya está, pero no es una sesión", con eso no llega, hay que perseverar, explica Vicente Llaneza, profesor de Tai Chi, que trabaja con grupos en Grado. Los beneficios para el que "aguanta", eso sí, son numerosos. Mejora la condición física y mental y "es muy rehabilitador en lo que respecta al cuerpo, porque encuentras un tiempo para aflojar articulaciones, para equilibrar la estructura...".

Antes que nada, Llaneza destaca que el Tai Chi es "un arte marcial".  ¿Y en qué ayuda a quien lo practica? "Ayuda, digamos, con los beneficios que tendría un buen guerrero: para decirse a uno mismo que 'puedo confiar más en mí para todo', para pensar y actuar de otra manera, para afrontar los miedos que digamos 'encogen' al guerrero... A nosotros, en nuestro día a día, pues en la salud física y mental, poder gestionar las cosas más centrado, sin tanto sube y baja... Ayuda a llevar la vida de otra manera", indica.

Incide de nuevo en que hay que echarle tiempo. "En una sesión no me alcanza casi ni a mí... No es algo cortoplacista. La gente quiere inmediatez, quiere cansancio, quiere velocidad... A veces para huir de la prisa buscamos algo que esté asociado a la prisa. Me voy a la naturaleza a caminar y camino a toda leche porque tengo que seguir siendo el mismo sufriente... No, esto es otra cosa. Aquí puedes notar algo en un primer momento, pero lo que interesa es cuán estable puedo estar cuando acabe la sesión. La práctica te cambia los ritmos de todo. Durante el entrenamiento, y luego, pues parte de ello te queda, digamos, un poco de 'regustillo' para lo cotidiano", señala Llaneza.

En Grado, el Tai Chi es una actividad municipal que se ofrece en el centro social de la villa, todas las tardes de los lunes. Después, una vez al mes, hay una práctica con espada, como la que tuvo lugar este domingo en El Frontón, con la dirección del profesor y la participación de los alumnos Álvaro Estrada, Elisa Suárez y Dolores Aumente.

"En el centro social hacemos principios básicos del Tai Chi, sobre todo, para luego intentar alcanzar eso que conocemos todos, lo que a lo mejor ves en los anuncios de yogur y esas cosas", dice con buen humor Llaneza. Y, cuando la práctica se domina un poco más, cogemos armas", señala, aunque las usadas en la práctica dominical de Grado -esta ya una opción privada- son de madera.

Los grupos de la actividad municipal no son aún muy numerosos, porque se está empezando. En todo caso, en general, se trata de una práctica "exigente" y "por eso pocos grupos grandes se crean en nuestra cultura".

Un momento de la actividad de este domingo en Grado.

Un momento de la actividad de este domingo en Grado. / P. T.

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