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Una cooperativa con la responsabilidad por bandera

Texto: Juanma Vázquez

En un mundo que valora cada vez más palabras como la sostenibilidad, el compromiso o la solidaridad, ser una compañía con vocación de responsabilidad social cobra todavía más importancia.

Una cooperativa con la responsabilidad por bandera
Una cooperativa con la responsabilidad por bandera

Con esa visión de presente –pero también de mucho futuro– se entiende que un símbolo histórico del cooperativismo valenciano como la cadena de supermercados Consum haya sido escogida como ‘Empresa Responsable’ en los premios Banco Sabadell, otorgados conjuntamente con Prensa Ibérica, editora de Levante-EMV, Información y Mediterráneo. Una categoría que, como explican desde la firma valenciana de la gran distribución, va intrínsecamente ligada a la esencia de Consum gracias «a sus valores cooperativos».

No en vano, estos son unos pilares que van «estrechamente vinculados con el desarrollo sostenible, es decir, el equilibrio entre crecimiento económico, bienestar de las personas, solidaridad y preservación del medio ambiente». Y es que, como cooperativa, desde la compañía aseguran que ayudan a impulsar «una forma de hacer economía con valores, poniendo a las personas en el centro, como empresa de economía social». Respaldo a su trabajo Dada esta vocación, desde la empresa remarcan que recibir este premio «respalda el trabajado que realizamos.

Espaldarazo a su trabajo

Dada esta vocación, desde la empresa remarcan que recibir este premio «apoya el trabajo que hacemos día a día, año a año, por ofrecer opciones más sostenibles y respetuosas para los clientes, en nuestros productos y en nuestras tiendas». En esa serie de acciones destacan tanto aquellas que se realizan en sus establecimientos –desde ofrecer bolsas de plástico 100 % reciclado a muebles de horno fabricados mediante sus propios residuos– como aquellas vinculadas a la cadena logística como tener «flotas más eco» u otras llevadas a cabo en «nuestras plataformas y sede para minimizar los residuos que generamos, valorizándolos al máximo y reduciendo y compensando nuestra huella de carbono».

Una cooperativa con la responsabilidad por bandera
Una cooperativa con la responsabilidad por bandera

En este sentido, Consum cuenta entre sus logros con el certificado Aenor ‘Residuo Cero’ o el sello ‘Reduzco’ que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Empleo de calidad

Sin embargo, esa apuesta responsable no se limita a aquello que va ligado a su cadena logística o a lo que puede ver su clientela directamente en sus establecimientos, sino que también entronca directamente con la búsqueda de «empleo estable y de calidad» para su personal. En ese objetivo, la cooperativa afirma que trabaja por brindar a sus trabajadores una mayor conciliación entre vida laboral y familiar, para lo cual ha implantado «en el 100 % de nuestra red comercial la semana laboral de cinco días»

Este hito, remarcan, convierte a Consum en la primera firma del sector ‘retail’ en tener en marcha esta medida de conciliación -que comenzó a implantarse durante 2021– en todas sus tiendas. Del mismo modo, desde la compañía también se están desarrollando en los últimos años «acuerdos éticos» con los agricultores, cooperativas y proveedores de origen local y nacional y se impulsa su Programa Solidario que recoge más de un millar de proyectos sociales cada año, entre ellos la donación de 5.000 toneladas de alimentos a personas necesitadas mediante su colaboración con distintas entidades sociales. Pruebas todas ellas «del trabajo que realizamos para ser una empresa sostenible» y que motivan este galardón de Banco Sabadell.

Una compra más sostenible

A día de hoy se estima que, cada segundo, 200 kilogramos de plástico acaban en el mar. Un complicado contexto frente al cual Consum ha apostado por poner su granito de arena impulsando iniciativas que ayuden a cuidar el medio ambiente desde la base. Sin ir más lejos, actualmente todas las bolsas que se reparten en sus establecimiento se hacen con plástico 100 % reciclado, una medida que se suma a otras acciones como la de implementar supermercados neutros en CO2 o el desarrollo de un mueble de horno «fabricado a partir de nuestros propios residuos».