La asturiana Belén Fernández no es mujer que se arredre ante las dificultades. En 1989, un divorcio de esos que se alargan en el tiempo y hurgan en las heridas y verse por primera vez en desempleo le llevaron a un programa de reinserción laboral del que nació Novatex, una empresa de ropa laboral y equipos de protección individual. Fue buen momento, porque coincidió con la llegada a España de Sontara, un material de alta resistencia que no se deshila ni deshace con agua y disolventes, un tejido no tejido. Y de proyecto social con 17 trabajadoras, llegó a ser una empresa industrial con 275. “Aprendimos sobre la marcha sobre transformación de producto, procesos de trazabilidad, importación y exportación, control de calidad y mantuvimos nuestro espíritu contratando a mujeres con ganas o necesidad de reinsertarse: mujeres en dificultades o simplemente mayores de 48-49 años, que no hace tanto era impensable que se reincorporasen al mercado laboral si se habían desenganchado. Para conseguir el distintivo de igualdad, tuvimos que incorporar a un 30% de hombres”, recuerda. Luchadora, inconformista, crítica con lo que no funciona, así es Belén, quien fue presidenta de FEDA, la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias, y hoy es su vicepresidenta. Novatex cerró en 2016; vinieron mal dadas. “El fracaso en este país estigmatiza”, dice esta ex directora general. “Da igual lo que hayas conseguido o hecho antes. “Y eso duele, pero no lo suficiente como para estarme quieta”.

“Ojalá tengamos muchas ´fracasadas´ como ella”, debió de pensar el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, cuando tras el anuncio del estado de alarma el 13 de marzo de 2020, se nos vino encima la pandemia de coronavirus. A Belén, la declaración le pilló en Nueva York. Y Blanco, conocedor de su expertise, no dudó en marcar su teléfono y pedir su colaboración. En Toledo, con su actual empresa, Protex, habilitó en tres días la producción de mascarillas, buscó un taller de corte de tejido en Talavera de la Reina y se ocupó de todo lo necesario: higiene, transporte, procesos... dicho y hecho. Ahora lo replica en Asturias.

Belén Fernández.

El 15 de marzo, la coronel médico Ana Betegón llegó a Madrid tras haber sido la primera mujer en dirigir el Hospital Militar de Zaragoza. Su destino inicial: la Inspección General de Sanidad. La coronel tiene experiencia en situaciones difíciles. Estuvo destinada en Afganistán como médico de a pie, visitando aldeas, y posteriormente como médico de helicópteros para evacuaciones...pero lleva seis años dedicada a la gestión. Todo cambió bruscamente al llegar. La crisis sanitaria ha desbordado la capital de España y en el Gómez Ulla trabaja desde ese mismo día sin descanso como médico de guardia en urgencias. No estaba previsto, pero si algo saben nuestros miliares es enfrentarse a lo inesperado. Hablo con ella el jueves, 2 de abril, y es optimista: “De ayer a hoy hemos notado un bajón importante en las urgencias. Los médicos hemos podido respirar entre un paciente y otro. Ojalá la tendencia se consolide, es esperanzador”.

-”Nos tomaremos tú y yo una caña este verano en una terracita”, me emplaza.

Me cuenta lo que todo el país sabe y ha visto en directo: que en la Sanidad los profesionales civiles y militares se han volcado. “He visto saltar a primera línea a compañeros que ya estaban en la reserva, comportamientos valientes y ejemplares, remangarse a todo el mundo, veteranos y novatos”. Todos lo reconocemos, aunque ellos, los sanitarios, lo quieran quitar importancia. Son héroes. Lo son.

Ana Betegón.

Desde el coche, para no perder un minuto, la aragonesa Clara Arpa, CEO de ARPA, me atiende camino de la Feria de Zaragoza, donde ha montado en una semana un hospital de campaña completo con 400 camas, ampliables a 200; ríase usted de los chinos. Se trata de una inversión de 3,5 millones de euros a la que ha tenido que hacer frente a contrarreloj y con todos los países y regiones a la busca y captura desesperada de material sanitario. “Me llamó el presidente de Aragón. No hubo tiempo. Había que lanzarse al mercado a comprar materiales”. Su empresa es la quinta del mundo y la única en España especializada en equipos móviles de campaña capaz de entregar llave en mano un producto integral, con luz, agua servicios sanitarios, conductos de ventilación. Los ha montado en Arabia Saudí, República Dominicana, Italia, Malasia, Singapur... ahora se los piden para Navarra o Soria. “Nunca me lo habría imaginado. Estoy montando un hospital a 4,5 kilómetros de mi oficina en La Muela...”, dice con tristeza.

Clara Arpa.

Mayte Mazuelas está también en primera línea en esta guerra. En su caso, como VP de la Asociación de Trabajadores Autónomos, (ATA) y miembro de la Junta directiva de la CEOE, luchando por conseguir la suspensión de las cuotas. “Si no hay ingresos, si no se puede trabajar, no debe haber cuotas”, es el mantra que ha recitado estos días hasta la saciedad, pese a no haber encontrado la respuesta deseada hasta ahora. Sé que seguirá insistiendo. Para ella, rendirse no es una opción.

Mayte Mazuelas.

A través de esta Red de Mujeres Influyentes circula el video en el que la ingeniera robótica Concha Monje conciencia sobre la importancia de que se apoye a la Ciencia de manera preventiva y permanente. Es a través de ese grupo que descubrimos que Esther Cueli, directora general de Aguas de Fuensanta, está donando su agua mineromedicinal a todos los hospitales de Asturias, un bien preciado por pacientes, médicos y enfermeras en estos días; que Begoña Fernández Costales, organizadora del I Congreso de Empresarias y Directivas del Atlántico, ha lanzado una campaña para recaudar fondos y comprar mascarillas; que Ana Cuenda, investigadora oncológica del CSIC, ha cambiado estos días su perspectiva para apoyar en la búsqueda de soluciones al Covid-19 y unir fuerzas con sus compañeros para encontrar una vacuna; que Rosa Siles, directora de Andalucía Emprende, ha lanzado una serie de guías, monográficos y recursos para emprendedores o que la escultora Alicia Huertas, a través de la Asociación de Pintores y Escultores, nos cuenta por qué y cómo el arte puede hacernos más llevadero el aislamiento. Porque la psicología y el bienestar emocional también hay que cuidarlos.

Concha Monje.

Antonia López, experta en medicina tropical que desde hace décadas lucha contra la contagiosa enfermedad de Hansen (lepra) en el Amazonas y que algo sabe de inmunología, manda sus reflexiones al final de día: “Como sanitaria en áreas endémicas, puedo deciros que esta situación va a pasar si cada uno de nosotros hace su parte”. Las mujeres influyentes bien lo sabemos. Y en ello estamos.

A las duras y a las maduras

Muchas son las mujeres que se han volcado para devolverle a la sociedad lo que una vez les ofreció