Invertir en diferentes momentos de la vida: ¿qué carácter tienen las diferentes generaciones?

Invertir en diferentes momentos de la vida: ¿qué carácter tienen las diferentes generaciones?

Laura y Adriana son madre e hija. Ambas son inversoras, pero en su apuesta por uno u otro producto, activo o fondo de inversiones se puede entrever su carácter y sus intereses en cuanto a las finanzas, derivados de su formación, trayectoria y pertenencia a generaciones diferentes.

por Lara Blau

De hecho, existen diferentes maneras de invertir en función de la edad que tenemos, las necesidades que se derivan de cada etapa de la vida y, sobre todo, el contexto socioeconómico en el que crecemos. Ellas son el claro ejemplo de las diferentes maneras de invertir. Las descubriremos a continuación.

Su inicio en el mundo de las inversiones

Adriana es estudiante de Administración y Dirección de Empresas y trabaja en una empresa gestora de fondos. Adriana tomó desde pequeña el ejemplo de sus padres en cuanto a la inversión de capital, por lo que empezó a invertir desde pequeña. El mundo financiero le interesa especialmente.

Laura es licenciada en Económicas. A lo largo de su carrera profesional ha trabajado en banca, en inversiones inmobiliarias y actualmente es empresaria. Laura hizo un parón en su trayectoria laboral para tener a sus hijos y cuidar de ellos. Al reincorporarse en el mercado laboral, vio una oportunidad en el mundo de las inversiones, en el que también está involucrado su marido.

¿En qué invierten las diferentes generaciones?

Adriana apuesta en productos diferentes de renta fija y variable. Siguiendo el carácter inversor de la generación Z, apuesta por tipos de inversiones no tradicionales, a través de los que se puede obtener rentabilidad de manera independiente a la evolución de los mercados. Siguiendo las costumbres de los inversores más jóvenes, la generación Z invierte más y con más riesgo, para obtener ganancias en el corto plazo. Además, Adriana opera de forma continua y está pendiente de sus carteras.

Contrasta con la forma de invertir de su madre, Laura, que generalmente invierte en un sector tan consolidado en España como el sector inmobiliario. Es, por tanto, una inversora tradicional. Concretamente, apuesta por apartamentos pequeños en grandes ciudades como Madrid, donde el mercado inmobiliario es especialmente dinámico.

Una trayectoria llena de aprendizajes

En las inversiones no tradicionales, como en las que participa Adriana, el contexto es especialmente relevante. Por este motivo, a lo largo de su trayectoria, y especialmente tras el impacto de la covid-19, que causó el desplome de la bolsa, esta inversora ha pasado a correr menos riesgos. Asegura que el mercado es volátil a causa de eventos como la inflación, la guerra de Ucrania y la pandemia, algo que ha causado que gran parte de los inversores más jóvenes moderen su actitud de cara a sus carteras.

Por el contrario, los inversores tradicionales, como Laura, apuestan por valores mucho más estables, como el mercado inmobiliario, que permanece más estable pese al impacto de la covid-19. Sin embargo, aunque los inmuebles en el litoral están especialmente valorados, ella se centra en el potencial de Madrid. En las grandes ciudades, hay mucho más movimiento en cuanto a alquileres y compraventa de inmuebles, por lo que Laura considera que invertir en este sector es un valor seguro.

Con la vista puesta en el futuro

El objetivo de las inversiones determina la estrategia que deben tomar los diferentes inversores. Como la mayoría de personas que invierten, Laura y Adriana recomiendan no dejar los ahorros parados en la cuenta corriente.

Prefieren dinamizarlo para ganar dinero y para lograr que no pierda valor a causa de la inflación. Mientras que ambas tienen en cuenta que invertir puede ayudarlas a mejorar la calidad de vida, Laura, unos años mayor que Adriana, se centra en conseguir las mejores condiciones de cara a la jubilación.

Riesgo vs. rentabilidad

Los dos factores más importantes de las inversiones son la rentabilidad y el riesgo, factores que asimismo determinan el perfil de los inversores. Para los inversores, no es fácil equilibrar la rentabilidad, la capacidad de generar rendimientos de sus activos, con el riesgo que comporta cualquier inversión. Ya que, en muchos casos, una mayor rentabilidad comporta un mayor riesgo.

Mientras que Adriana no tiene miedo de asumir riesgos, tal como corresponde en el perfil de los inversores de la generación Z –un riesgo limitado por el carácter conservador que exige el volátil contexto económico actual– y lograr una mayor rentabilidad a plazos cortos, Laura se centra en la rentabilidad que ofrece el sector inmobiliario sin prisas. En este mercado, es necesaria la paciencia para conseguir vender al precio estipulado.

El papel de los asesores de inversión

Invertir a ciegas es arriesgado. Es importante investigar el mercado y localizar las mejores oportunidades. Precisamente a eso se dedica Laura, tras años de experiencia, es asesora en inversiones en el mercado inmobiliario. Adriana, en cambio, dedicada a invertir en productos diversos, cuenta con el apoyo de profesionales con años de trayectoria.

Pese a corresponder a perfiles de inversoras muy diferentes, a raíz de su historia detectamos muchos puntos en común en la manera de invertir de Laura y Adriana. Ambas destacan la importancia de conocer bien el mercado, rodearse de expertos o personas que conozcan bien el sector en el que queremos invertir y detectar los motivos o los objetivos por los que queremos invertir, teniendo en cuenta la rentabilidad y el riesgo que queremos asumir.

Tipo de interés, plazo fijo, bonos, renta variable… Para tomar decisiones sobre las inversiones de nuestro dinero o bien saber en qué perfil de inversor encajan nuestros objetivos, es necesario estar informados. Para ello, Fundación MAPFRE cuenta con una sección sobre inversiones en el portal Seguros y Pensiones para Todos. En ella, se facilita información sobre los diferentes productos de inversión en función de nuestros objetivos o del riesgo que queremos asumir y se facilitan ‘tips’ para empezar a invertir.