Coberturas de la gripe
Vacunarse contra la gripe: coberturas

¿Quién debe vacunarse contra la gripe?

“Tengo gripe”. Desde hace varias semanas, con la llegada del frío, seguro que han oído a familiares o amigos pronunciar esas dos palabras. Incluso ustedes mismos lo hayan dicho. Todos conocemos el virus, pero aún poca gente está concienciada de la necesidad de la vacunación frente a la gripe para evitar el riesgo de sufrir las complicaciones que pueden derivarse de ella.

Cecilia Vega |  BeContent

Los principales síntomas de la gripe son fiebre alta, dolor de cabeza, garganta, tos y dolor muscular. Un cuadro que en una persona sana puede remitir en una semana pero que en ancianos o enfermos crónicos puede complicarse y derivar en bronquitis, neumonía y otras patologías con graves consecuencias.
La vacuna de la gripe está dirigida fundamentalmente a proteger estas personas y, también, a las que por su ocupación prestan servicios esenciales a la comunidad y pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social fijó al principio de la campaña de vacunación el objetivo de alcanzar o superar una cobertura del 65% en el grupo de edad mayor o igual de 65 años y superar una cobertura del 40% en el personal sanitario.
La finalidad es ir acercándose al objetivo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Comisión Europea de lograr coberturas de, al menos, el 75% en el grupo de mayores tan pronto como sea posible y aumentar las coberturas de vacunación entre profesionales sanitarios y grupos de riesgo.

En España, la cobertura de vacunación entre mayores de 65 años fue del 55,7% durante la temporada estacional 2017-2018, 20 puntos por debajo del objetivo marcado por la OMS, por lo que “desde toda la estructura sanitaria, hay que seguir haciendo esfuerzos para conseguir cumplir con los objetivos marcados por la Organización”, señala el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós José García Rojas. Y advierte: “tenemos que colaborar conjuntamente para que la población entienda que la gripe, aunque en líneas generales sea un problema desagradable y molesto pero sin ninguna trascendencia clínica importante, para algunos sectores poblacionales puede convertirse en un problema de salud muy serio e incluso llegar a provocarles la muerte”.

La tasa de inmunización alcanzada entre los profesionales sanitarios se sitúa en el 32,1% a nivel nacional. García Rojas recuerda la necesidad de que se vacunen, ya que son un colectivo prioritario por varios motivos: “tenemos que ser un ejemplo para la ciudadanía en cuanto a pautas de comportamiento de la salud. Además, si decidimos no vacunarnos, podemos propagar el problema y agravarlo. Por último, pertenecemos a un colectivo profesional que es clave para lograr el desarrollo normal de la vida en comunidad. Se podría tachar de irresponsable contraer una enfermedad prevenible y dejar sin atención médica a los ciudadanos”.

Una vacuna recomendada para proteger a…

Mayores de 65 años: La gripe es una de las diez principales causas de mortalidad en las personas mayores de 65 años, siendo la tasa más alta de muertes asociadas por gripe de todos los grupos de alto riesgo. El riesgo de muerte por gripe es 10 veces mayor en personas de 65 años o más en comparación con los adultos jóvenes. En los últimos años, se estima que el 54%-70% de las hospitalizaciones y el 71%-85% de las muertes relacionadas con la gripe estacional se produjeron en personas mayores de 65 años, lo que refleja la gravedad potencial de la gripe en las personas mayores

Profesionales sanitarios: Los trabajadores de los centros sanitarios son un grupo prioritario para la vacunación contra la gripe, ya que tienen un mayor riesgo de infección en comparación con la población adulta en general. En los sanitarios vacunados la gripe puede reducirse un 68%-90% y los días de absentismo laboral un 28%-40%. La transmisión del virus desde el personal sanitario puede originar numerosos casos de gripe entre los compañeros y los pacientes, así como brotes relacionados con la asistencia sanitaria, con tasas de ataque de hasta el 54,8% y una letalidad de hasta el 25%; los más vulnerables son los pacientes hospitalizados, los ancianos, los inmunodeprimidos, las embarazadas, los pacientes críticos y los niños. Vacunándose, el ejemplo servirá a la población general para tomar conciencia sobre la importancia de la vacunación y aumentar la confianza en ella. Se incluyen también en este grupo personas que trabajan en instituciones geriátricas, que proporcionan cuidados domiciliarios a personas vulnerables o conviven con ellas.

Personas con enfermedades crónicas:. Las personas con enfermedades crónicas específicas están en alto riesgo de contraer gripe y de padecer complicaciones graves asociadas. Los grupos de riesgo incluyen niños a partir de los 6 meses de edad, adolescentes y adultos con las siguientes circunstancias o enfermedades de base: enfermedad respiratoria crónica, enfermedad cardiovascular, enfermedad metabólica crónica, enfermedad crónica renal, enfermedad intestinal crónica, enfermedades reumáticas, inmunodeficiencia congénita, asplenia funcional o anatómica, enfermedad oncológica, enfermedad hematológica moderada o grave, enfermedad neuromuscular crónica y encefalopatía moderada o grave, implante coclear, malnutrición moderada o grave, obesidad mórbida, prematuridad (preferentemente menos de 35 semanas o existencia de comorbilidad), enfermedad celiaca, hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, síndrome de Down y otros trastornos genéticos con factores de riesgo, tratamiento continuado con ácido acetilsalicílico.

Mujeres embarazadas en cualquier trimestre:. Según la OMS, las mujeres embarazadas son el grupo de riesgo más importante para la vacunación contra la gripe estacional. Las mujeres en este estado tienen un mayor riesgo de enfermedad grave y muerte por el virus, especialmente si padecen comorbilidades como asma, diabetes mellitus u obesidad. Padecer la gripe durante el embarazo también puede estar asociado con la mortalidad prenatal, la prematuridad, un menor tamaño neonatal y un menor peso al nacer.

Otros grupos que prestan servicios esenciales a la comunidad:. Cada año, millones de niños contraen la gripe estacional y miles necesitan hospitalización. Según la Asociación Española de Pediatría, la vacunación antigripal de los niños mayores de 6 meses, no incluidos en grupos de riesgo, si sus padres lo solicitan y su pediatra lo considera conveniente, es una medida recomendable, dada la elevada tasa de complicaciones asociadas a la gripe en este grupo de edad. Esta actitud preventiva proporciona al niño o adolescente vacunado una protección individual directa. Se recomienda la vacunación antigripal a todos los niños que convivan con pacientes de riesgo.

Niños mayores de seis meses. Personas que trabajan en servicios públicos esenciales como fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos, servicios de protección civil, personas que trabajan en servicios de emergencias sanitarias. Personal de instituciones penitenciarias y otros centros de internamiento.

Imagen: iStock

Tipos de vacunas

Debido a su mayor protección y eficacia la OMS recomienda emplear, de forma preferente las vacunas antigripales tetravalentes o cuadrivalentes, frente las trivalentes. La diferencia entre ambas el número de cepas de virus de la gripe que incluyen.

La vacuna trivalente frente a la gripe incluye cada año tres cepas: dos de tipo A y uno de tipo B. Por su parte, la vacuna tetravalente incluye cuatro: dos de tipo A y dos de tipo B, de los cuales, uno es del linaje B/Victoria y otro del B/Yamagata. En la medida en la que es difícil saber con antelación a qué linaje pertenecen las cepas B que van a circular durante la temporada, la vacuna tetravalente permite aumentar el nivel protección y la eficacia.

*Fuentes: Documento de actualización y reflexión sobre la vacunación antigripal en España. Sociedades de Atención Primaria (SEMERGEN, SEMG), Sociedad de Pediatría (AEP), Asociación Española de Vacunología (AEV), Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph) y Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). ISBN: 978-84-17394-12-7. DL B 15562-2018.