París / Oporto

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, rechazó ayer las críticas del presidente francés, Nicolás Sarkozy, a su actuación durante las turbulencias financieras, y aseguró que las inyecciones de liquidez que realizó la entidad emisora en agosto para evitar un agravamiento de la crisis no han favorecido a los especuladores, sino a los ciudadanos «más pobres».

En una entrevista publicada por «Le Monde» Sarkozy arremetió de nuevo contra Trichet y su reacción ante la tormenta bursátil. «Me ha parecido curioso inyectar liquidez sin reducir los tipos», dijo el presidente francés, que agrega que de este modo «se dan facilidades a los especuladores y se complica la tarea para los emprendedores».

Sarkozy también criticó al primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y su falta de reacción ante las turbulencias. «¿Qué iniciativa ha tomado?», preguntó. «Sobre el capitalismo financiero, somos Angela Merkel y yo los que conducimos el debate. No es raro que el presidente del Eurogrupo se plantee la cuestión», apuntó.

«El 18 de septiembre anunciaré un cierto número de reformas que serán aplaudidas con las dos manos por los europeos», señaló Sarkozy, que añadió que esas reformas son necesarias para ganar un punto porcentual de crecimiento económico, y se marcó como objetivo situar éste en el 3 por ciento del producto interior bruto. El presidente seguirá aplicando rigor presupuestario, que explicó como «la reducción del déficit aumentando los ingresos y reduciendo los gastos».

Desde Oporto, Trichet se revolvió contra las críticas de Sarkozy y recordó que los ministros de Economía de la «eurozona» habían apoyado tras su reunión del viernes de manera unánime la actuación «ejemplar» del BCE frente a la volatilidad bursátil.

«Todo el mundo sabe que no estamos favoreciendo de ninguna manera a los que se comportan de forma inadecuada sino que, al contrario, estamos protegiendo a los que actúan correctamente de las turbulencias y los inconvenientes» provocados por los especuladores, recalcó Trichet.

Indicó que gracias al papel guardián del BCE para garantizar la estabilidad de precios los ciudadanos no se están viendo perjudicados en su poder de compra. «La estabilidad de precios es algo extremadamente importante para todos los ciudadanos, pero particularmente para los más vulnerables y los más pobres», subrayó.

También el español Pedro Solbes salió en apoyo del Banco Central Europeo, al decir que al BCE le corresponde definir sin interferencias la política monetaria de la «eurozona».