Bruselas

La Comisión Europea (CE) mantuvo ayer abierta la puerta a la posibilidad de que Francia o algún otro país de la UE haya hecho concesiones adicionales a Libia para propiciar la liberación de las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino que habían sido condenados a muerte en el país norteafricano.

Los seis cooperantes habían sido condenados a muerte por un tribunal libio, acusados de haber inoculado el virus del sida a unos cuatrocientos niños de ese país, aunque su puesta en libertad se consiguió tras una indemnización de un millón de dólares para cada infectado.

Las enfermeras y el médico se han declarado siempre inocentes y han asegurado que su confesión de responsabilidad en el caso se debió a las torturas infligidas por las autoridades libias.

Según aseguró el miércoles Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio Muamar Gadafi, Francia habría acordado vender armas a Libia y efectuar ejercicios militares conjuntos en el marco de las negociaciones.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, negó esta información y rechazó que París haya concedido contrapartidas a Libia por la liberación del médico y las enfermeras, acusados de haber infectado de sida a centenares de niños.

La portavoz de Relaciones Exteriores de la CE, Christiane Hohmann, declinó comentar la información publicada ayer mismo por el vespertino francés «Le Monde» en la que se asegura que el acuerdo obliga a las enfermeras búlgaras a renunciar a cualquier tipo de acción legal por tortura o malos tratos contra Libia.

El Partido Socialista (PS) francés y algunos diputados del partido del presidente Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), criticaron «la falta de transparencia» de la diplomacia gala en la mediación que facilitó la liberación de las enfermeras y el médico. Así Claude Gausguen, diputado de la UMP, dijo «no comprender que el ministro de Exteriores, a quien hemos escuchado en comisión parlamentaria, no nos haya puesto al corriente de los acuerdos» militares franco-libios de los que habló Saif al Islam Gadafi.