Londres

El recrudecimiento de la violencia en Irak obligó ayer al Gobierno de Londres a anunciar que da marcha atrás en sus planes de reducir el número de tropas británicas desplegadas en el país árabe.

En una declaración en el Parlamento, el titular de Defensa, Des Browne, informó de la suspensión temporal del repliegue previsto de 1.500 de los 4.000 soldados británicos destacados en el país árabe hasta dejar la cifra en 2.500, como había anunciado el primer ministro británico, Gordon Brown.

Las víctimas mortales por la violencia en Irak se dispararon en marzo y sobrepasaron las 2.200, la cifra más alta desde agosto de 2007. Los desplazados internos iraquíes son ya 2,7 millones.