Bucarest

El ministro de Exteriores de Macedonia, Antonio Milososki, anunció ayer el abandono de su país de la cumbre de Bucarest en protesta por no haber sido invitado a ingresar en la OTAN -a diferencia de Croacia y Albania- debido a la negativa griega a aceptar que su país tenga el mismo nombre que una de sus provincias.

«A nadie le importa que nuestros soldados arriesguen su vida en misiones de la OTAN con el nombre de Macedonia en sus uniformes», destacó un enojado Milososki en rueda de prensa. Skopje tiene desplegados en la actualidad 130 soldados en la operación aliada en Afganistán.

Mientras tanto, y pese a la negativa del Consejo Atlántico a invitar de momento a las repúblicas ex soviéticas de Ucrania y Georgia, el presidente ucraniano, Victor Yuschenko, calificó de «victoria» para su país el hecho de que los líderes de la OTAN hayan declarado que la integrarán en un futuro en la organización.

Los países de la OTAN declararon ayer en el documento final del Consejo Atlántico que tanto Ucrania como Georgia serán en el futuro miembros de la OTAN, a pesar de no invitarles todavía a la siguiente fase de acercamiento, el llamado Plan de Acción para la Adhesión (MAP), considerada la antesala al ingreso en la Alianza Atlántica.

Decisión salomónica

Sin embargo, la solución adoptada por la OTAN también parece haber contentado a Rusia. Moscú expresó ayer su satisfacción con la decisión de no incluir a Ucrania y Georgia en el MAP. «El hecho de que hoy no se adoptara esa decisión demuestra que en la OTAN aún existen fuerzas sanas capaces de valorar con cordura los contactos entre Rusia y la Alianza», aseguró Konstantin Kosachov, jefe del comité de Exteriores de la Duma, desde Bucarest a la agencia «Interfax».

Kosachov subrayó el hecho de que «Alemania, Francia y otra serie de países europeos, a diferencia de Estados Unidos, se manifestaron en contra de la precipitación a la hora de conceder el MAP a Ucrania y Georgia». Además, elogió la «responsabilidad y voluntad» de los alemanes y franceses a la hora de resaltar la importancia de «mantener contactos normales con Rusia».